SU HISTORIA Y SU PRESENTE, LO OBLIGAN A GANAR

La locura apasionante que despierta el fútbol, las rivalidades y los enconos, ponen a veces a los hinchas en una encrucijada solo entendible desde la pasión. Esta actualidad de Cambaceres es uno de esos casos. Juega contra Excursionistas, el único escolta de un San Carlos que se perfila para campeón. Los más exaltados piden una derrota de sus propios colores. El respeto por la propia historia, y el orgullo de entrar al reducido, exigen una victoria a la altura de la grandeza de Cambaceres. Los jugadores, a veces rehenes del fanatismo de los hinchas, habrán escuchado la exigencia en algún lado de algún hincha: ¡Contra Excursio vayan para atrás que no queremos que asciendan los villeros! El exabrupto no se entiende desde la sensatez pero si desde la rivalidad. Por eso, no se juzga al hincha fanático, en este caso de Cambaceres. Porque tranquilamente podría ser al revés. Y el grito existiría igualmente. Tiene que ver con nuetra idiosincracia argentina de antagonismos, de identificación por oposición, por diferencias. "Ellos son malos, nosotros buenos. Ellos son amargos, nosotros hacemos una fiesta. Ellos no se la aguantan, nosotros si". Pongale la camiseta que quiera al club de La Argentina que quiera, y las frases encajarán justitas. Encubrir dicha realidad sería una necedad. Y juzgarla desde la solemnidad de nuestro lugar de periodistas una hipocresía. Porque en definitiva somos parte de la misma cultura, que es fue y será fundamentalista y rivalizadora. ¿Y entonces? ¿Qué hacen los jugadores? Ese es otro tema. Pero puede resolverse mucho más facil de lo que parece. Un hincha de Cambaceres dijo: "es una locura ir para atrás. Perdés, no entrás al reducido y los villeros salen campeones igual" En la simpleza de sus palabras había mucha sabiduría. Ya ni siquiera hablando de la ética y la moral deportiva (obviamente bastardeada por el fanatismo) encontramos casos que lo comprueban. En el año 2006 Gimnasia recibió en pocos minutos 4 dudosos goles de Boca que era el postulante al título contra Estudiantes, y el final de la historia (con papelón incluido) es sabido por todos. Después algo mucho más evidente. Cambaceres hizo a lo largo de todo el torneo un gran esfuerzo para entrar al reducido como lo está haciendo. De hecho ese esfuerzo le puede dar la chance de un segundo ascenso, dificil es cierto, pero chance al fin. Y más aun. Si tanto encono produce el momento de San Carlos, en tres fechas se viene el clásico. Que mejor oportunidad que esa. Finalmente está la historia, el honor, y la grandeza deportiva que a lo largo de tantos años el club sembró. Porque que quede claro, Cambaceres puede ganar, perder o empatar este partido como lo hizo en tantos otros (de hecho si el que peleaba el torneo era Argentino de Merlo cuantos parlanchines hubieran dicho que perdió a propósito), lo único que debe hacer es respetar su esencia. Y su nombre. Que por algo se llama Defensores de Cambaceres.