DESPUÉS DE LAS SORPRESAS, UN BUEN EMPATE

Carlos "el loco" Enrique no anduvo con medias tintas a la hora de armar el equipo para su debut como técnico de Villa San Carlos. Sacó a dos referentes como "el pollo" Raverta y "el Vasco" Ochandorena del equipo titular. La apuesta fuerte y polémica, lo puso en la obligación de no perder y lo consiguió. Después de un arranque en desventaja, encontró la solución justo en Pasquale, quien fue relegado al banco por Pelanda, y cosechó un punto ante Brown de Adrogué, que cortó la malaria de dos derrotas seguidas.
Villa San Carlos, que deberá trabajar fuerte para mejorar su rendimiento, igualó ayer 1-1 de local, en Caseros, ante Brown de Adrogué, en uno de los encuentros que le dio continuidad a una nueva fecha del torneo de Primera B Metropolitana.

De esta manera, el conjunto de Berisso, que mostró el estreno de Carlos Enrique como entrenador, y quebró una racha de dos caídas en cadena, consiguió sumar un punto (igual, lleva ocho partidos sin triunfos), aunque en lo futbolístico, el flamante entrenador deberá trabajar mucho para que el equipo vuelva a ser el de las primeras jornadas.

En la primera mitad, el encuentro fue de trámite discreto, sin demasiadas emociones sobre los arcos. Pero dentro de ese contexto, la visita se mostró algo mejor, aunque no tuvo explosión en el ataque.

La Villa, que se acomodó mejor después de la media hora, no exhibió muchas opciones de gol, salvo un remate de Juan Pablo Ortiz y otro de Ignacio Oroná, que se perdió cerca de uno de los postes. La única chance clara para Brown fue un cabezazo de Biglia que se estrelló en el ángulo derecho de Víctor Volpe.

LAS EMOCIONES

En el complemento, la Villa se replegó demasiado y le entregó la iniciativa de Brown, que sin mostrar demasiado, lo puso en aprietos en varias oportunidades. En la primera llegada en profundidad, los de Adrogué' consiguieron romper el cero, gracias a una aparición del delantero Grber, a los 7 minutos.

La Villa, en forma desordenada, y sin jugar bien, puso muchas ganas y empeño en cada pelota, y de a poco, empezó a posicionarse mejor dentro de la cancha. Pero a la hora de atacar, le costó muchísimo.

Sin embargo, y después de algunos intentos por alcanzar la igualdad, Gonzalo Raverta se proyectó por derecha, y consiguió enviar un centro al primer palo para Fernando Pasquale (a los 32), que de cabeza, estableció la paridad para los de Berisso.

Para la Villa, de la mano de Carlos Enrique, fue el puntapié inicial de una nueva etapa en este campeonato. Si bien el empate fue un resultado justo, el flamante entrenador deberá trabajar fuerte para que el "celeste" vuelva a recuperar el protagonismo que tuvo en las fechas iniciales de este campeonato.
                                                                                                              
                                                                                                            Por Leandro Duba. El Día.