Un golazo de cabeza de Alejando Arévalo, y a disfrutar. Cambaceres venció 1 a 0 a Social Español en la histórica cancha del gallego y se dio el gustazo de ganar otra vez como visitante y cosechar nada menos que 6 puntos sobre 9 en disputa. Después de las críticas por la derrota ante la UAI , Alejo Santa María apostó como fuerte como se debía, y salió un pleno ganador, para empezar a creer, en un equipo que mientras toma forma, gana de visitante.
Había razones para cambiar. Más allá de la derrota. Las dos actuaciones habían sido flojas y era el momento para probar en un plantel que trajo 18 refuerzos de los cuales todavía no había probado a varios, como para quedarse con un once que no había funcionado en las dos primeras pruebas…
Igualmente, más allá de los cambios de nombres y posiciones, el equipo cambió otra cosa, también necesaria. En la tarde del Bajo Flores, y en la vetusta cancha de Social Español, Camba salió a ganar el partido desde el comienzo, asumiendo apuestas, con sus ventajas y sus riesgos. A ganar o perder.
Por eso aquellos primeros 20 minutos fueron los mejores del partido. Con Español mostrando lo único bueno que hizo en toda la tarde, las subidas de Díaz y Gonzalez King por las bandas, más la movilidad de sus delanteros. Pero el Rojo le cambió cada golpe por uno propio; porque tuvo estrenó un tridente ofensivo que puede ser interesante; con Massara, Valenti y Pelossi.
Carlos Massara no dice mucho desde lo físico. Más bien tiende a ser observado como fuera de estado. Sin embargo, le sobra lo que a la mayoría de los jugadores de nuestro fútbol les falta. Piensa sus movimientos, mantiene el balón un segundo más en sus pies, sin trasladarlo inútilmente, ni rifarlo. No le quema en los pies, porque lo enfría desde su cabeza; y así le da un destino cierto, que de eso se trata el fútbol.
Sergio Valenti todavía no está en su plenitud física. Pero sabe del puesto. Y no puede haberse olvidado de jugar al fútbol. Y al menos eso demostró en el primer tiempo, con algunos chispazos que denotan conocimiento. Pero además de esto, su ingreso le dio compañía y complicidad de ataque a Enzo Pelossi, quien a base de movilidad y cierto buen pie, se ha ganado el puesto con todas las de la ley.
Ellos 3 justificaron la ventaja que sacó Alejandro Arévalo, de cabeza, a los 20, tras un muy buen córner de Massara. Aunque es cierto que antes, Camba se haya salvado un par de veces, en aquellas corridas nunca más repetidas por los jugadores españolistas. Es que el partido, que había tenido un arranque promisorio, agotó sus promesas en el primer cuarto de hora.
¿Que otras virtudes tuvo Cambaceres? Siguiendo el orden de secuencias del partido, nos animamos a decir que defensivamente, el talón de Aquiles de los últimos años ha sido resuelto. Hablamos de los marcadores centrales. Leandro Fernández tiene la voz de mando y la presencia de un caudillo, tan necesarios en esta selvática categoría. Antes Mariano Aued, y el domingo Alejandro Arévalo, parecen ser muy buenos complementos. Lo de Arévalo además ratificado por el gran cabezazo que le dio el triunfo al equipo.
Los laterales fueron el punto más flojo. Brian Martínez demasiado dubitativo en el comienzo, y Juan Cruz Calabrese debió jugar por el otro sector, hasta que tras dos amonestaciones en 5 minutos debió irse expulsado.
En el medio también hubo puntos altos. El debut de Daniel Cardozo fue realmente bueno, combinando marca y juego en similares proporciones. Nahuel Benavente lo acompañó correctamente y lo de Massara ya fue elogiado. Tal vez Pablo Burgos fue el único que desentonó, extraviado en su doble función de marcar y jugar.
Con esas cualidades, superiores a las que había mostrado, a Camba le alcanzó (sin sobrarle) para ganarle a este Español que en el segundo tiempo facilitó las cosas a pura ceguera ofensiva. No es poco para un equipo que está en plena formación y que este fin de semana se rearmó después de los dos primeros juegos insuficientes.
El desafío ahora es repetir la actuación en casa, y mantener la regularidad. Mientras tanto gana de visitante y disfruta como hace tiempo no lo hacía en el arranque de un torneo.
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