DE LA MANO DE NÁSER, CAMBA VOLVIÓ A VIVIR

Ezequiel Náser, el pibe del 5 de Mayo, fue, pese a no convertir, la gran figura de la tarde. de la mano de su calidad desequilibrante, y de un equipo que se la jugó por un libreto pragmático y eficaz, Cambaceres volvió por fin a ganar por 2 a 0 y festejó con toda su gente. La víctima fue un San Miguel que llegó a Ensenada agrandado y se fue soprendido por un equipo con sed de revancha y un Náser fantástico.
La necesidad se había transformado en desesperación. Y eso era peligroso. Porque en el fútbol la desesperación es hermana de la derrota, cosa que le venía sucediendo a Cambaceres con demasiada frecuencia. Por eso, el gol de Diego Jaime, después del rebote en el travesaño por un remate tan impresionante como descomunal de parte de Náser; evitó jugar casi todo el partido con presiones que antes del encuentro brotaban de todas partes.

Iban solo 3 minutos de juego y Ezequiel Náser, ese excelente jugador que viene a continuar con la dinastía de delanteros exitosos que surgieron históricamente de Cambaceres, sacó un remate de una posición y con un efecto impredecible para el arquero Curieses, y para todos los que estábamos en el estadio. En el trayecto del remate se adivinaba un destino cargado de espectacularidad y gol. El travesaño le agregó un segundo de suspenso, pero la suerte esta vez hizo justicia para el lado de Jaime, que transformó la secuencia en gol.

Si algo le hace falta a la evidente propuesta estratégica con la que Zuccarelli mandará a jugar al equipo; es mantener en cero por un buen rato el arco de Zurlo. Si a esto se le agrega un gol tempranero como este de Jaime ante San Miguel, mucho mejor. Ante Lafe al menos había pasado lo primero. Ante el CADU no hubo ni tiempo de adivinar un desarrollo, en 10 minutos ya perdía 2 a 0, y se quemaron todos los papeles.

Esta victoria, que trae alivio y reparación de ánimos, arroja además para Cambaceres algunas verdades sobre lo que este ciclo de Zuccarelli deparará. En primer lugar resulta extraño ver a Camba jugando en el 12 de Octubre cediendo la iniciativa al rival, pero habrá que acostumbrarse. En la misión de sumar la mayor cantidad de puntos posibles, este equipo resignará protagonismo, y la idea tiene un lema principal: “cuando la pelota la tiene el rival, habrá siempre dos líneas de cuatro por detrás de la posesión del balón”. Así jugó Camba ante Lafe. Así lo volvió a repetir contra San Miguel; esta vez con Benavente por Soria.

Después de defenderse, la consigna también fue clara. Pelotazo abierto hacia los laterales paras las frenéticas corridas de Jaime y Náser; que por rápidos justifican la idea táctica. En esto hay que hacer un alto. El momento de Piru Náser es sencillamente fantástico. Al punto de pensar que hubiera sido del Rojo la temporada pasada si hubiese sabido disfrutar de un tridente espectacular. Sebastián Jaime, Miguel López, y este mismo Ezequiel Náser.

Del pibe del 5 de Mayo surgieron las tres jugadas decisivas del partido ante el Trueno Verde. La primera el formidable remate ya descripto; la segunda una electrizante corrida que terminó en el penal que desperdició Jésús Martínez, y la última, un balón de billar en cortada para que Yañiz le ceda el gol a Manes, liquidando el encuentro. Demasiado para un partido chato en lo técnico, y demasiado para un Cambaceres que depositó en pelotazos (que muchas veces eran rechazos ordinarios) la esperanza de que se transformen en contragolpes.

¿Qué ofreció este San Miguel de Vendakis? Casi nada. Apenas en el primer tiempo un despligue de habilidad soprendente de Páez, que tuvo a maltraer a Muñoz, pero con poco acompañamiento de sus dos compañeros delanteros. En el segundo tiempo directamente se resignó al cerrojo ofrecido por Cambaceres, con Jones y Benavente como líderes del mediocampo.

Al final fue victoria indiscutida y festejada con las ganas de quien acumuló ganas. Al final fue esa escena de brazos en alto que tanto costaba recordar. Aplausos de los hinchas, justo la tarde en la que prometían perder la paciencia; y una convicción, este equipo no va a preocuparse por jugar lindo. Pero tampoco los hinchas deberán preocuparse por saber a que va a jugar. Porque quedó muy claro. Como premisa, a no regalar nada. Aunque a veces como en Zárate los planes se quemen rápido, y los fantasmas retornen veloces.

Fue solo una victoria, es cierto. Pero de tanto esperarla parecieron muchas más. Ahora viene Alem, y el hincha ya lo sabe, el verbo ganar y Cambaceres, también pueden conjugarse en este bendito 2010.