ERA EMPATE, FUE DERROTA

Partido de trámite mediocre y con escasas jugadas de riesgo frente a los arcos. No se jugó para nada bien y el 0 a 0 no le hubiera quedado mal al encuentro, pero Peralta capturó el rebote de un disparo esquinado de Perez, que Volpe no pudo retener y decretó el único tanto de la tarde. La Villa perdió en Ezeiza y si no lo lamentó más es porque todos los demás también cayeron.
Como es costumbre en esta segunda parte del torneo, las lesiones y suspensiones impiden a la dupla técnica poder repetir el mismo equipo en partidos consecutivos, lo que a veces obliga también a modificar el dispositivo táctico. A diferencia de los últimos dos partidos (sendas victorias frente a Social Español y Sarmiento), en los que se jugó con un enganche (Sarati y Martini respectivamente) ayer hubo que volver al 4-4-2.
Los regresos de Ochandorena y Mauro Raverta al sector defensivo, hicieron que Gonzalo Raverta vuelva al mediocampo sobre la derecha y Rotondo pasara acompañar a Sommariva en la función de doble cinco. El dueño de casa se plantó con un 4-3-1-2, si salirse mucho del libreto, los marcadores de punta no pasaron con frecuencia al ataque y los mediocampistas estuvieron contenidos, Porcel delante de los tres medios, sin gravitar demasiado y adelante los peligrosos Leguizamón y Greco que tampoco tuvieron una buena tarde.
Realmente pasó muy poco en la primera etapa. Todo fue muy parejo, cerrado y aburrido. Suárez en ningún momento demostró ser superior y chocó con una defensa bien parada que no pasó mayores sobresaltos. Solo se puede contabilizar una de Leguizamón que tuvo una al comienzo que fue a las manos de Volpe.
Para destacar los 4 partidos que jugó Nacho Oroná como marcador central brindando seguridad, entrega y oficio para salir jugando, devolviendo al equipo la solidez defensiva que había perdido con las lesiones de Córdoba y Aguimcer. En el medio campo hubo un buen trabajo en la contención, pero faltó explosión, precisión para hilvanar jugadas y cambio de ritmo, Berdún está en un nivel muy bajo, y encima se le reprocha falta de voluntad y compromiso, de esta manera los puntas Miranda y Campozano no estuvieron bien abastecidos.
Hubo que esperar hasta los 40 minutos para inquietar al arquero local. En la primer jugada una triangulación de Berdún, Miranda y Campozano, donde este último remata atorado por un defensor desde una posición propicia y la segunda, un remate del Pájaro desde fuera del área que controla el 1 bien ubicado.
De esta manera se fue un primer tiempo opaco acompañado con silbidos y reproches de parte de la platea local para sus jugadores y técnico.
En la segunda parte, volvieron a olvidarse las ideas en los vestuarios y por ende el juego no mejoró. Tristán pareció salir un poco mas decidido y sobre los 15 minutos, en una de las primeras llegadas a fondo consigue la ventaja. A partir de ahí se abroqueló en su campo cediéndole la iniciativa y la pelota a San Carlos, que fue a buscar el empate, pero careció de profundidad en los metros finales y no pudo quebrar la cerrada defensa Lechera.
Obnubilado en ataque, repitió los caminos en ofensiva y facilitó el trabajo de la última línea local, que despejó todo lo que le tiraron.
Los ingresos de Madrid, Medina y Avalo Piedrabuena faltando poco, no lograron revertir la producción futbolística y no se logró poner en apuros a la valla local. Sobre el final hubo una de Campozano, que fue bien resuelta por Anconetani que lo atoró y logro despejar con los pies. Suárez tuvo un par de situaciones para aumentar cuando la Villa se adelantó en el terreno en busca de la igualdad, pero terminó pidiendo la hora ante un deslucido San Carlos.
Daniel Alvarez