ESTA VEZ, HUBO UN CERO POSITIVO.

Consiguió su primer punto en la B Metro y se puede calificar de bueno. Por la actuación, en la que se lo vio levemente superior a su rival. Y por el nombre y las obligaciones de su oponente, este Almirante Brown de Giunta que se vio sorprendido por el juego atildado del novato San Carlos. Sigue faltando lo mismo, más profundidad en las llegadas que se conciben con buen volumen de juego, pero que quedan extranguladas en la falta de hombres que las concluyan. La Villa empató 0 a 0 contra La Fragata. Y la mayoría se fueron conformes. En el primer tiempo era tanto lo que se extrañaba a Rodrigo Salinas, ahora nuevo jugador de Primera División en Godoy Cruz, que parecía que el equipo hacía como se hacen en los duelos, una negación de su ausencia. Porque todas las jugadas que eran concebidas con una buena elaboración y paciencia, terminaban en centros para un "Rodri" que está en Mendoza. Ni Leandro Martini, ni el "pájaro" Miranda, ni los volantes terminaban las jugadas pisando el área, que quedaba muy grande para las pocas camisetas celestes que la exploraban.

Así y todo, el Cele era superior a Almirante Brown. Tenía más la pelota, trataba de jugarla sin rifarla y esgrimía en sus cuatro volantes, una autoridad que ilusiona con jugarle de igual a igual a cualquiera. Excelente partido de Sommariva, muy buen primer tiempo de Avalo Piedrabuena y Madrid, que desbordaron varias veces a los laterales de Almirante, sorprendidos se tanta velocidad y cambio de ritmo. Nacho Oroná está intentando reencontrar su lugar de a poco. Técnica le sobra.
La defensa sigue siendo una marca registrada. Con los laterales cancelados por "el pollo" Raverta y "el vasco" Ochandorena, dos animales de la entrega y la concentración. Y con el "coco" San Esteban y Emiliano Córdoba complementándose un poco mejor cada vez. "Pero nos falta arriba" Era la frase de cabecera que inundó la tarde. Para el técnico Facundo Besada falta porque "no es un problema de nombres, sino de sistema. Tenemos que acostumbrarnos a llegar con más gente y a no respetar tanto a los rivales."
En el segundo tiempo lo intentó cambiando ambas cosas, nombres y esquemas. Ingresaron Sarati y Villalba, y si bien entre este último y Miranda, alternaron el retraso para arrancar más atrás, el equipo quedó casi con tres delanteros. En los primeros minutos parecieron ponerle algo más de explosión al ataque, pero después se diluyeron, aunque siempre quedó la sensación de que La Villa contaba con mayor presencia y peligro potencial.
Como la manta corta del fútbol San Carlos careció en el complemento de lo que le sobró en la primera etapa. Cuando estuvieron los desbordes por las puntas, faltaban los delanteros. Y cuando los delanteros estaban en cancha, y por la salida de los dos carrileros, no quedó quien les tire centros. Entre una cuestión y la otra el partido estuvo acéfalo de emociones y de situaciones de gol. En el primer tiempo apenas un centro de Ochandorena que casi conecta Leandro Martini y un par de apariciones de los volantes sin conclusiones. Al final, la más clara la tuvo Miranda, con una media vuelta ante el arquero que se fue por arriba.
Almirante Brown solo tuvo una chance, que fue un remate cerrado de Ferrer. Pero salvo la potencia física y la rudeza (por momentos se exedió en la pierna fuerte) no pudo dejar sentados en cancha sus pretensiones de ser candidato al título al que lo obliga su hinchada y su historia. Y tal vez ese nombre y esa historia haya sido lo que San Carlos respetó por demás en el final del partido. "Tenemos que acostumbrarnos a jugar contra los equipos y no contra los nombres" nos dijo Besada en el vestuario local.Es una explicacación muy razonable para explicar porque después de la expulsión del volante de La Fragata, los jugadores no se hayan animado a jugar más arriba y arriesgar más.
Eso y que en la primera fecha se había caido. Porque dos derrotas consecutivas hubieran sido una mochila algo pesada para llevar en la adaptación a la divisional. Por eso el punto conforma, aunque no satisfaga. Con intenciones, pero sin muchas llegadas. San Carlos mostró sus credenciales de equipo dificil para cualquiera. Ahora debe soltarse un poco más. Para que este punto como el que consiguió contra Almirante, se transforme en tres contra cualquiera. No es facil. Estaba acostumbrado a ganar y mientras busca su lugar en la B enfrenta a equipos poderosos. Pero el máximo poder en el fútbol no está en los nombres ni en los pergaminos; está en los jugadores. Y San Carlos los tiene.
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