Defensores de Cambaceres volvió a defeccionar en su segundo partido del 2010 y esta vez acompañado por una derrota que agrava el momento. Fue por 1 a 0 ante General Lamadrid, que con una actuación correcta e inteligente lo superó y le ganó con justicia. El nuevo rojo de Bastía no aparece y continua la racha de partidos sin ganar de la era de Borgarelli. Pero ahora con un nuevo agravante, luce descompensado en defensa e impotente en ataque. Nada de lo planeado hasta ahora en la pretemporada está saliendo.
Un equipo deslucido, y por momentos sin una orientación cierta. Eso es lo que se observó en el 12 de Octubre los hinchas que vieron por primera vez en este 2010 al Rojo de Ensenada. Esa fue la conclusión principal, negativa por cierto, de la derrota a manos de General Lamadrid. Derrota que preocupa más por el rendimiento que por el resultado en si mismo.
La primer rareza de este proceso de Omar Bastía que acaba de comenzar y no de la mejor manera es la exclusión de uno de los valores más importantes que tuvo este conjunto en la primer ronda. Hablamos claro está de Diego Matías Jaime, el delantero que más goles hizo y que más complicaciones le aportó a las defensas rivales. Entre su llegada tarde a la pretemporada y ciertas lesiones no demasiado reconocidas por el jugador, estuvieron los argumentos para su exclusión. Sin embargo y más allá de los motivos, el resultado fue evidente, y nada positivo.
Algo parecido sucedió con Adrián Jones, que en este partido contra Lamadrid, además se hizo expulsar evitablemente por una agresión física. En un equipo que necesita de figuras como las de Jones, el mismo Jaime, o Jesús Martínez, parece demasiada ventaja sus ausencias. Si a esto le sumamos que Julio San Esteban, por problemas laborales está a punto de dejar el club; y que algunas piezas hasta ahora no terminan de ubicarse correctamente, el resultado es en estos 2 partidos, un equipo lleno de incertidumbres y carente de certezas.
Así luce Cambaceres. Por lo menos hasta el momento. Es cierto que hay que dar tiempo al trabajo de Bastía. Pero en ese tiempo deberá acelerar el conocimiento del plantel y la categoría; para que las cosas empiecen a encaminarse. ¿Cómo le ganó Lamadrid? Con un esquema simple pero pensado. Un esquema tradicional que respetó el orden por sobre todas las cosas, y un fantástico ejecutor de cada acción ofensiva como Lezacano, lejísimos, la gran figura del encuentro. Es cierto que lo favoreció el tempranero gol a los 12 del primer tiempo. Pero ya se venía insinuando alli unos desacoples defensivos enormes.
Desacoples que continuaron. Sobre todo cuando la desesperación, que era patrimonio del anterior ciclo, y se está extendiendo a este, aconsejó mal a algunos jugadores a "agarrar la lanza" y tratar de suplir carencias con fuerza de voluntad. En un esquema que intentó ser con tres delanteros, no funcionaron ninguno de los "nuevos". Ni Cabello, por derecha, ni Leonel Muñoz, desconectados como casi todo el equipo. Con la expulsión de Jaime, llegó la sopresa de Casanova puesto como volante central, y luego el acople de Kees al medio. Sobre todo porque en el banco había dos cincos como Benavente y Gamberini.
Con esas mezclas de condimentos, el segundo tiempo arrastró las mismas características. Y solo tuvo a Camba como dominador en los primeros 15 minutos. Donde Catriel tuvo la más clara, y Ferrantino salvó sobre la raya. Esa y un par más de Yañiz y Náser fueron todas las respuestas. Porque después Lamadrid se perdió varias contras de gol. Y el partido se encaminó al final con derrota por la impotencia del Rojo.
Si Omar Bastía tenía planeado un inicio de ciclo seguramente no era este. Hasta ahora no pudo verse su mano, y el equipo prolonga la racha de malos resultados, pero sobre todo, profundizó el mal rendimiento. Ahora llega Sacachispas en Soldati, y tal vez estos días puedan servirle para sacar más y mejores conclusiones. Es una nueva oportunidad., la tercera, de volver a empezar.
Hace 4 horas
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