SAN MIGUEL LE ROBO LA MEDICINA


La fiesta era completa. Faltaban diez minutos y le ganaba por primera vez en la historia a San Miguel en Los Polvorines. Con este triunfo se prendía en la lucha de los de arriba, y hasta el gato Gamberini, guerrero de mil batallas, festejaba su partido número 200 de la mejor manera. Pero como tantas veces le tocó a favor, esta vez el Camba sufrió en el final del partido; y en diez minutos sufrió tres goles demasiados soprendentes.
San Miguel lo castigó con la fórmula que el rojo supo tener tantas veces. No había sido del todo bueno el primer tiempo desarrollado por Cambaceres. Es que San Miguel, a base de despliegue y esfuerzo, lo había complicado bastante ocupando más y mejor el terreno defensivo del equipo de Borgarelli. Además de tener un par de jugadas de riesgos en su haber. Sin embargo, Cambaceres tuvo en el cierre de esos primeros 45 minutos la conquista de un gol que no tenía mucho que ver con el desarrollo; mano a mano de Jaime que tapó el arquero, y en el rebote, exquisita definición del colo Massolo por elevación. Cuantas veces se habla en el fútbol de los goles psicológicos.
Y este fue uno de ellos. Cuando expiraba el primer tiempo y aun cuando el Rojo no había sido superior al trueno verde. Parecía que era cuestión de acomodar las piezas y aporvechar la desesperación de San Miguel, hostigado por su gente. Borgarelli tomó nota e hizo una apuesta que luego iba a salir mal, pero que en ese momento no pareció inapropiada: salida de un carrilero (Casanova), para rearmar la defensa con Muñoz para que haya 4 en el fondo. La cancha de San Miguel es una de las mas anchas de la divisional, y Cambaceres iba ganando con lo cual no parecía una locura. De hecho, con los ingresos de Soria y de Yañiz, se intentó aprocechar los espacios que la desesperación de local generaban, y tuvo un par de ocasiones muy buenas. Todos coinciden en que la de Damián Soria que tapó Díaz fue clave, y el desenlace del descuento les da claramente la razón.
Porque San Miguel siguió insitiendo cada vez más ciegamente pero también con más fuerza. Y en una de las últimas intentonas, Steinbach conectó un centró, que el Kily González sin querer conjuró contra su propia valla. Ya el empate era un gran lamento para Cambaceres porque solo faltaban diez minutos. Lo que vendría después era realmente inimaginable. a los 43 y a los 47 Steinbach y Acciaressi se aporvecharon de los huecos que la defensa roja dejó por ir otra vez en busca de la heroica y le dio dos golpes de nock out.
Como tantas veces lo hizo el Camba contra otros rivales de esta categoría. Y que esta vez le tocó sufrir. San Miguel le robó la fórmula y le dio vuelta en 10 minutos lo que no había podido lograr en los otros 80. El golpe fue duro, porque llegó en un momento clave del torneo. Cuando empieza a definirse para que esta cada equipo. Deberá acudir a sus reservas morales. Que ya demostró que las tiene. Aunque en la tarde de Los Polvorines no le hayan alcanzado.
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