A EXCURSIO LO ARROLLO UN TREN CELESTE

Le ganó 2 a 0 a Excursionistas con la autoridad de los equipos que empiezan a sentirse candidatos. Lo bajó de la punta y se acercó mucho más a ella. El partido era parejo hasta que un golazo de Rodrigo Salinas, una de las figuras, descontroló al equipo verde y a su arquero, que en una misma jugada cometió penal y se hizo expulsar. En el segundo tiempo La Villa mostró su jerarquía e hizo delirar a sus hinchas. "Este equipo está para...pensar en Fénix" La frase de Facundo Besada amagó con ser título de esos que abren las notas, pero el DT celeste, prefiere como el grupo en general, la mesura como conducta colectiva. Es que hay triunfos como este ante quien llegaba lider al bosque que levantan en ánimo hasta lograr un impacto anímico. Pero nadie en La Villa quiere marearse. Por más que el partido haya dejado la sensación de que, si se puede superar a Excursio como se lo hizo, este equipo está para cosas grandes. Esta vez la actuación no fue brillante. Pero tuvo los elementos que necesitaba para ganar. Corazón caliente para ir a todas las pelotas con el alma, y mente fría para golpear cuando Excursionistas se desbordó anímicamente. Porque en el primer tiempo, si bien San Carlos arrancó mejor, después tuvo un lapso de 15 minutos en el que perdió la brújula en la mitad de la cancha. Donde Excursionistas la pobló mejor, y en consecuencia tuvo más la pelota. Pero en los cinco minutos finales, el pitu Medina, la gran figura del partido apareció en escena y de alguna manera definió el partido. Primero con una asistencia genial, de taco, para dejar solo a Rodrigo Salinas. El delantero nunca se desesperó. Primero hizo la pausa para observar al arquero, se perfiló, y eligió un ángulo, el más lejano para concretar un gol inolvidable. Un par de minutos después, llegaría la irresposnabilidad del arquero visitante, Barrera, que tras un choque físico y verbal con Medina, decidió arruinar a su equipo. Le pegó una trompada en el área con la pelota en juego. Penal y expulsión que Lamolina se animó a cobrar. Fue Martini y la colocó cruzando precisamente el remate. Lo que era un partido complejo se resolvió en cinco minutos letales. Con las condiciones a favor, faltaba ver si San Carlos aprobaría en el segundo tiempo una de las cuentas pendientes: la madurez para manejar los tiempos de los partidos. Y lo hizo. Adentro y afuera de la cancha, con los cambios. Porque en el medio había algunos huecos que el ingreso de Nacho Oroná corrigió. El y Sommariva conforman una dupla de centrales como deben haber muy pocos en Primera C. Además, con la entrada de Avalo Piedrabuena (en 15 minutos mostró un nivel espectacular) un rato después, desmoralizaron las pocas esperanzas que le quedaban a los del Bajo Belgrano. Los pilares de este momento de San Carlos son muchos. Aunque en la lluviosa tarde de domingo habría que destacar la labor de Federico Slezack, sobre todo en el primer tiempo, cuando el mediocampo de San Carlos no contenía, y el se hizo caudillo del fondo cortando como un muy buen tiempista. Pero el presente de La Villa es así, cuando alguno no anda tan bien, aparece un compañero para ser figura sustituta. Es que en el fútbol, la figura de un grupo se traslada a la figura del equipo. Y este, se nota, es un grupo solidario y trabajador. Que entiende y hace entender los conceptos por las buenas. Basta con fijarse lo que ahora corre Rodrigo Salinas, quien se ha transformado en el delantero de toda la cancha que San Carlos necesitaba. Y en el primer defensor del equipo. El final con los jugadores festejando de cara a la gente fue el que todos los villeros soñaron en la semana. Asi son estos primeros días del 2009 en San Carlos. A un ilusión lo sigue una realidad. Y así son los sueños de este grupo que cada día crece más. Adentro y afuera de la cancha. Donde se construyen los campeonatos.
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