
Seis años y medio pasaron desde que Víctor se fue de Villa San Carlos. Pero el imborrable recuerdo de Volpe, como uno de los máximos hacedores del ascenso de la Primera D a la Primera C, allá por el invierno del 2002, todavía permanece vivo en todos los villeros. Las atajadas fundamentales en las semifinales contra el CADU, y aquel penal milagroso en la final contra Sacachispas, lo consagró para siempre como uno de los mimados de la hinchada villera.
Varias veces volvió a Berisso con la casaca de Barracas en la vestimenta, pero con la del Cele en el corazón. "Algun día voy a volver", dijo cada vez que lo consultamos sobre La Villa. Y volvió. Entre tira y aflojes con la gente de Barracas, que lo conoce bien, y no lo quería y no lo quiere largar. Pero en San Carlos saben, que legalmente, nadie le puede negar la chance de un contrato profesional. Entonces Víctor será oficialmente el uno del equipo.
¿Cómo es esto de las negociaciones controvertidas? En primer lugar San Carlos quiso hacer las cosas correctamente y habló con el club Barracas para no forzar el tema hasta el derecho laboral que lo ampara por ofrecerle un contrato profesional a alguien amateur. Es decir, tenía la derecha para hacerlo, pero en un acto extrañamente ético a estos tiempos, prefirió actuar en acuerdo con la gente del Camionero.
Cuando quiso hacerlo, Tapia, presidente del club tuvo como respuesta a la buena fé de San Carlos, un despropósito: 30 mil pesos. A lo que el club de Berisso, una vez más respondió correctamente, ofreciéndole el total del monto en cheques. ¿La respuesta del presidente barraqueño? "No, queremos efectivo"...Insólito. Pero como tiene un límite, y en Berisso ya lo alcanzaron, así que aun extremando los recursos, Victor Volpe pasará a La Villa.
Por eso viajó a Mar del Plata, y es parte de la delegación. Y de Villa San Carlos. Por segunda vez en su vida.
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