Es sabido que en el fútbol, como en casi todos los aspectos de la vida, una buena actuación puede modificar el ánimo individual y grupal de cualquier conjunto de personas. Los 4 goles con los que San Carlos vapuleo a Temperley son un claro ejemplo de la importancia de los golpes anímicos.
Esto se ve reflejado en la manera de declarar. Las sonrisas dibujadas en los rostros de casi todos los presentes son un claro ejemplo. Quien hablo con nosotros fue Cristian Campozano, la Pantera que volvió a convertir para pagar con goles la confianza depositada en él. “Lo importante es que se jugo bien, se manejaron bien los tiempos. El gol rápido nos tranquilizo y el segundo fue fundamental para definir la historia” dijo el hombre que volvió de Morón para ser el 9 titular de la Villa.
Sobre el presente individual y el de su equipo, el goleador dijo: “por suerte apareció el gol. Siempre que podíamos ganar era por 1 a o, con poca diferencia. Una goleada así nos permite crecer como equipo para terminar de la mejor manera el campeonato.
Por último Campozano comento que “en el vestuario hablamos de que nos hace falta regularidad. No nos creemos menos que nadie, pero sabemos que tenemos esa deuda”.
Otro que hablo a la salida del vestuario fue Ezequiel Aguimcer, el pelado nacido en Ensenada, se dio el gusto de ser el capitán del celeste. Contento por su gol dijo:
“otra vez por suerte se me pudo dar, pero lo importante es que ganamos”. También sostuvo que se ganó un partido importante, donde la clave fue el orden y el sacrificio.
Terminando la nota y coincidiendo con su compañero sobre la falta de regularidad, Aguimcer analizo la falencia y dijo “Cuando juguemos de visitante tenemos que traernos algo, es lo que necesitamos para no perder mas terreno”.
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