El Rojo pagó sus deudas internas. Porque lo dijimos ante Excursionistas y Alem. Sumaba para la tabla pero sembraba dudas en el juego. Y esta vez pagó con creces. Le ganó convincentemente a Defensores Unidos de Zárate, y tuvo la audacia que le reclamábamos, al punto de hacer de este 2 a 0 un resultado exiguo en relación a la muy buena producción futbolística. Camba no solo logró 3 puntos más en esta hermosa racha iniciada hace 6 fechas. Además se convenció a si mismo que yendo al frente y con estos jugadores, no es menos equipo que nadie.
Ya desde el momento en que el insólito Velarde decretó el comienzo del juego se notó algo diferente. Como si Aldirico y los jugadores hubiesen tomado nota de que no alcanzaba con ser ordenados y mantener el cero en el arco de Arias Navarro; patearon el tablero y se decidieron a jugar mucho más sueltos. Porque si bien hasta el gol de González no había tenido chances muy nítidas, la cantidad y la calidad de los movimientos de ataque era diferente.
Con Jones y Cardozo unos quince metros por delante. Con los laterales subiendo con mayor asiduidad. Y sobre todo con un Eloy Colombano imparable e insoportable para los defensores zarateños, que soñarán con él. Después el acople de Valenti y Kissner alternó buenas y malas. Lo del primero porque tuvo una mejor actuación desde lo conceptual que desde la definición, donde se lo notó apurado. Lo de Kissner porque de seguir por este camino va rumbo a perder su puesto ante las buenas apariciones de Enzo Pelosi.
Luego algunas confirmaciones. La de Arias Navarro en el arco aunque parezca perimida. Apareciendo ahora menos porque el equipo le dá un respaldo del que antes carecía, pero haciéndolo con notable jerarquía. La de Brian Martínez que está cada vez mejor en la marca y el la proyección. Y la de la dupla Fernández-Benavente, que se complementan como si jugaran juntos hace mucho tiempo. Sigue siendo muy flojo lo de Homero Díaz. Y Ricardo González, que con la pelota en los pies no brinda soluciones, justifica su estadía entre los titulares con capacidad para llegar al gol.
Del partido, más allá de la gran superioridad del elenco de Aldirico, tuvo en los goles, a los disparadores anímicos que elevaron el ánimo del Rojo, y derrumbaron el ya de por si débil, del Celeste. De hecho el los minutos siguientes a cada uno de ellos fueron los momentos en los que más situaciones de gol se generaron. En esos lapsos erraron situaciones Kissner, Valenti y Eloy Colombano. Pero fue tan bueno lo del volante-wing derecho de Camba, que hizo olvidar cualquier lamento.
Ahora si. Camba ganó y convenció. Que es mucho más importante que gustar. Y se convenció. Que lo es aún mucho más. Ya no quedan dudas. Este equipo no puede pelear por mantener la categoría; por más que todavía no esté salvado. Debe aspirar a un lugar en la famosa liguilla que le otorga a 8 equipos la ilusión de un segundo ascenso a la B Metropolitana.
Tenía con que en teoría. Y ahora también lo tiene en los hechos. Que hablan de una racha de 14 puntos cosechados de los últimos 18 en juego. Que mira la tabla y sonríe como nunca antes en el campeonato. Pero por sobre todas las cosas, que encuentra argumentos en un equipo que se animó a dar más. Y ya sabe que tiene con qué.
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