Le mete miedo a los rivales. Porque nadie quiere jugar contra este toro embravecido,hambrientode gloria y dispuesto a todo. El camino es largo, demasiado largo para un equipo que hizo méritos como para no tener que recorrer semejante hazaña. Pero las reglas ya estaban puestas y hay que acatarlas. Claro que hay equipo de sobra para ilusionarse. Con fundamentos futbolísticos, y no solo con fantasías soñadoras.
Hay equipo y también plantel. Y quedó demostrado en Lomas de Zamora, ante Berazategui con una victoria celebrada adentro, por los jugadores que no juegan siempre. Y afuera, por otros que lo hacen más seguidos y celebran que sus compañeros sean parte de esta locura. En un partido vibrante, el Rojo hizo pesar en el final esa convicción que lo dirige y aplasta rivales. Esta vez fue Berazategui, que jugó como el equipo de siempre en los últimos años. Bien arriba, y muy mal en el fondo.
Pudo ganarlo cualquiera, es cierto. Porque Arias Navarro anduvo a los revolcones varias veces, y porque en el juego aéreo defensivo hubo fallas. Pero lo ganó Camba por varios motivos más, que además le siven a Aldirico para saber que en el octogonal, no cuenta solo con 11 buenos jugadores...
El primer lugar en el podio de sorpresas lo ocupó Juan Fernando Goicochea. Lo del lateral que buscaba su oportunidad después de tantas lesiones fue sencillamente descomunal.
Al punto de obligar a la duda, al técnico, de modificar el único punto débil de este equipo.
Marcó con fuerza y precisión, y se fue al ataque con inteligencia y habilidad. Con dos jugadas extraordinarias. La primera después de un gran pase de Pablo Burgos (también jugó bien), que definió de emboquillada y dio en el travesaño. La segundo inolvidable. Con un slalom maradoniano que le sirvió el gol a ese muy buen goleador que es Pelosi.
El segundo lugar de "valores ausentes" fue de Elías Di Biassi. Con un primer tiempo de gran nivel. Rápido, y certero, "el lombriz" demostró que tranquilamente puede ser titular. El tercer lugar lo ocupan la riqueza de variantes que este plantel tiene en sus delanteros. Valenti es el as de espadas. Colombano, como volante o delantero, el de bastos. Y después no alcanzan los "sietes" para mencionar a los muy buenos atacantes que pelean un puesto que merecen todos; entre los Kissner, los Pelossi y los Clementino González. Seguidos desde atrás por otros muy buenos proyectos como el "toti" Iglesias, y cachorro Della Sala.
El equipo cambió y nadie desentonó. Calabrese, lider afuera, y rendidor adentro empuja como nadie. Burgos estuvo a la altura, Arévalo mejoró mucho y Fernández volvió como si nada. Tal vez a Martín Luna le cuesta un poco más. Pero la orquesta funciona porque todos saben que lo que importa es el todo y no las partes.
Berazategui fue otro testigo víctima-testigo de la fuerza de este envión que amenaza con no detenerse. En el horizonte cercano está Midland, y sus ganas de detener esta marcha impresionante. Ahora es a "matar o morir". Y todo puede suceder. Todo menos una cosa. Que esta fabulosa campaña que dio vuelta la tabla, sea alguna vez olvidada por este enorme grupo de hombres de pico y pala...
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