DE UN PLANTEO EXÓTICO, UN RESULTADO LÓGICO.

La preocupación de Almagro se ratificó en este 1-3 contra Los Andes. San Carlos volvió a defeccionar en el partido pero fundamentalmente en el planteo, y perdió mansamente. Con Gonzalo Raverta haciéndole una innecesaria y desarticuladora marca personal a un tal Molfeso, el equipo se desvirtuó tácticamente y Los Andes lo aprovechó con facilidad. Lo más rescatable estuvo en el segundo tiempo, cuando justamente Madrid y Sarati, que fueron al banco, le dieron algo al equipo. Uno le dio cambio de ritmo, el otro un gol. San Carlos cambia, o se hunde. Si los que rodean al cuerpo técnico les dicen que todo está bien, que lo que faltó fue suerte, los siguen confundiendo. Si les dicen que el problema ante Los Andes no fue que con Gonzalo Raverta siguiendo sobrehumanamente por toda la cancha a Molfeso, el equipo jugó con uno menos, y el resto tuvieron que suplirlo desordenandose. Si la responsabilidad es de Sommariva porque se recostaba por derecha donde el equipo estaba rengo. Si nadie vio la pasividad de Berdún...entonces hay problemas mucho más graves que este 1-3 ante Los Andes.
Porque tratando de encontrar antecedentes a lo que se vio anoche, donde un volante por derecha le hizo marca personal a un enganche que evidentemente fue sobredimensionado, uno recuerda una imagen que vio de chico. Fue en el 85, cuando el peruano Reyna le hizo marca personal a Maradona.Las distancias claro, acumulan conclusiones de perogrullo, nadie puede ser tan importante en la B Metropolitana como para tomar tal medida. Y mucho menos como hacer jugar a todo un equipo en relación a esa decisión. Lamentablemente lo vimos a los 5 minutos. Lamentablemente los otros 85 nos dieron la razón.
Los Andes, con una fórmula sencilla, como suelen ser las mejores fórmulas, le dio una lección de practicidad. Paradójicamente, las dos veces que La Villa ganó en el torneo lo hizo de esa forma. Con sencillez y practicidad. Alguien puede decir que no siempre sale; y es cierto. Pero el margen de error es menor cuanto menos experimentaciones se hacen. Sobre todo en una categoría a la que este equipo se está adaptando, y a la que tan bien se había adaptado jugando con la misma sencillez que logró por ejemplo, nada menos que el ascenso.
El resultado de anoche no admite discusiones. Con la marca pesonal ya mencionada, el Cele tuvo que abrirse en el medio. Oroná por derecha, pero yéndose naturalmente al medio, Ochandorena casi como volante regalando sus espaldas (por suerte el técnico mil rayitas casi nunca se dio cuenta); Berdun sin compromiso por izquierda, y los delanteros más preocupados por bajar a cubrir los huecos del medio que por jugar donde deben hacerlo. La defensa? Jugó bajo la desespereación de ver la impotencia reinante y cometió errores consecuentes.
La sobredosis de errores, sumada a otra mala jornada que Lavallén evidenció en el segundo y tercer gol, fueron demasiado como para disimularlo en el resultado. Porque el ingreso de Madrid (pieza clave en el ascenso), le dio por fin cambio de ritmo por derecha, pero la demora en el de Sarati le dio el tiempo suficiente a Los Andes para liquidarlo. Que con solo tirarle la pelota al gigantezco "tanque" Giménez, y con habilitar al famoso Molfeso, le alcanzó para ganarlo.
San Carlos quedó enredado en lo exótico de su planteo, y cayó en una trampa propia. Los de Loma Hermosa disfrutaron de una hermosa noche de primavera por el bosque platense y se volvieron pensando en la punta. Pero lo más grave no es la derrota, ni la mala racha, ni el promedio. Ni siquiera es la realidad del planteo erróneo. Lo más grave es si no se reconoce, como no se reconoció en el entretiempo.
Viene Defensores de Belgrano el martes. La Villa tiene herramientas para salir de esto, ya lo ha demostrado. Solo es cuertión de ser lo más simple posible, que así se consiguió la gloria del ascenso. Tiene herramientas. Solo es cuertión de echar manos a ellas. Ahora, que todavía se está a tiempo...