Claro que para eso también colaboró Villa San Carlos, que se sumó a la fiesta por ser además, la nueva casa de San Esteban, en el último tramo de su carrera. Y para eso hubieron dos partidos amistosos, pero jugados en serio, para ganar. Por eso el Coco vistió la del tripero solo 15 minutos, para que todo vuelva a ser formal.
Ell primero de los dos partidos lo ganó el mens sana por 4 a 2 con goles de Lucas Landa, Denis Stracqualursi y Neira. Había arrancado con baile para el Lobo, y parecía que sería goleada. Pero después de ir 3 a 0, vinieron los cambios para La Villa que le dieron un golpe de efecto terrible. Se puso 2-3 en un ratito, y casi empata con un tiro en el travesaño. Entre esos cambios, hubo uno que fue sobresaliente. Y fue el ingreso de Sarati, el refuerzo que menos ruido hizo, pero que más sorprendió. En 20 minutos hizo estragos asombrando a propios y extraños, metiendo dos golazos formidables, y pegando otro en el parante. Sin dudas fue la nota futbolística de la tarde para el Cele.
La formación fue con Benítez; Gonzalo Raverta, Federico Slezack (Linias), Maximiliano Kondratiuk y Juan Cruz Gerez (Melillo); Federico Jiménez, Mariano Rotondo (Shonfeld), Cristian Noguera (Cecatto) y Andrés Medina( Sarati); Julián Bidondo y Gustavo Villalba(Giampieri).
Luego llegó el plato fuerte. Y con una primera conclusión: San Carlos está bien y tiene equipo para no desentonar en la B Metropolitana. Le jugó de igual a igual a un Gimnasia impreciso, pero que salió a ganar el partido. Bien parado en la cancha, y con intenciones de buen manejo, se destacaron la velocidad de Madrid y el manejo de los volantes. Con bastante firmeza en el fondo. ¿La deuda? Como dijo el mismo San Esteban: "nos faltó peso arriba".
Uno, después de ver un rato a Villalba, que no está bien físicamente, tenía una cuota de preocupación por ello. Pero después después de ver a Sarati, se llevó una grata sopresa que invita a la ilusión.
La Villa formó con Javier Lavallén (muy aplaudido por los triperos); Lucas Ochandorena, Federico Slezack, Emiliano Córdoba y Mauro Raverta; Emanuel Ávalo Piedrabuena, Santiago Sommariva, Ignacio Oroná y Leandro Madrid; Leandro Martini; Pablo Miranda.
El gol llegó a los 20 del complemento a través del refuerzo del Lobo Vizcarra, a través de una jugada en la que pareció estar adelantado. Toda la defensa villera protestó, y hasta San Esteban se indignó. Pero ya era cosa juzgada y anecdótica. Pudo empatarlo San Carlos con un par de pincelada del pájaro. Pero no hubo más tiempo.
La gente de Gimnasia se fue feliz; habían por fin podido despedir a un ídolo de buena forma, como un bálsamo para tantos desaciertos. La gente de Berisso también. Vieron a un equipo confiable para enfrentar el desafío de B. La jornada terminó. Y salieron ganando todos.
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