EMPATE CON SABOR A MUCHO

Es el que consiguió Cambaceres igualando 1 a 1 en la respetada cancha de Laferrere este mediodia de domingo. Los motivos para valorar el punto cosechado son varios. En primer lugar fue ante uno de los rivales directos para entrar al octogonal. Luego que se consiguió ante una multitud y con varios chicos del club sin tanta experiencia. Y finalmente, una vez mas, se hizo levantando una derrota parcial, esta vez gracias al penal convertido por López. Por más que nadie lo expresara abiertamente, de antemano, una igualdad ante un grande de la divisional como Laferrere, era mirado con mucho cariño desde Ensenada. Y de la manera en la que resultó el partido, fue mirado aun con mucho más aprecio. Primero porque cualquier empate que se consigue después de ir perdiendo se valora. Y luego porque durante casi todo el partido, el equipo local contó con cierta ventaja posicional, y de tenencia del balón que mantenía a Cambaceres en estado de alerta. Claro que lo de Laferrere fue más potencial que real. Pero aún asi le alcanzó para andar más cerca de Lacerre, que el Rojo de Pablo González. Y justamente en uno de esos episodios llegó a los 9 minutos el gol de Guillermo Bogado, quien astutamente se anticipó en un centro a toda la defensa roja y convirtió al palo derecho del 1 de Camba. Era el acostumbrado "gol despertador" que le vienen haciendo a este equipo (pasó en Bolívar y también en Ensenada ante Dálmine). Entonces apareció después de un rato de apremios porque el medio no lograba acomodarse, la mejor versión de Cambaceres. La que se rebela ante las contrariedades y también la que demuestra astucia. Primero de Borgarelli para leer que por su sector a Casanova le estaban ganando, y meter el "enroque posicional" con Manes, que brindaría mas solvencia. Y después para que López y Jaime allá arriba se las rebusquen para complicar a la defensa villera. Antes del empate avisó Jaime, con un remate por sobre el travesaño, y luego llegó Soria, que se iluminó para meterle un pase bárbaro a Manes; el volante, que fue uno de los mejores del Rojo, entró al área y cuando gambeteaba al arquero, fue volteado por este. ¿Correspondía expulsión? Para la mediocridad de Morandi no, Pero si correspondió penal, que López cambió por gol a la derecha del golero local. En el segundo tiempo las cosas fueron similares, Camba sin encontrar mucho la pelota en el medio, y Lafe con la movilidad de sus volantes pero la indecisión de sus delanteros. Peralta Cabrera, la figura del local, lo tuvo por tercera vez en el partido, pero volvió a errar. Lo mismo le pasó a Peña, solo que esta vez la responsabilidad fue del gran momento que está pasando Lacerre. Y entonces el Rojo iba a tener la suya; con un tiro libre otra vez de Manes, y tras el rebote de González, con López que choca otra vez con el arquero. Era el momento en el que Camba, con los ingresos de los pibes Carsoglio y Catriel, sacudía la lentitud de la defensa de Laferrere, aunque sin poder vulnerarla. Es que el partido estaba destinado al empate, que de a poco empezo a conformar hasta al propio equipo local, preso de su impotencia. Y ni hablar a Cambaceres. Que como se supone, de las excursiones que le quedaban, esta era una de las más complejas. Ahora viene Argentino de Merlo, que más allá de cierta levantada, no parece un rival tan duro. Con este empate el Rojo se mantiene octavo, con varios partidos sin perder, y adentro del reducido. Lo que se dice, un negocio redondito certificado y aprobado. Porque hay empates como el de la semana pasada, con sabor a poco. Pero hay otros, como este del mediodía de Laferrere, que saben mucho mejor.