ESTA CAMPAÑA MERECÍA UN FINAL ASÍ.

Lo necesitaba Villa San CarloS. Necesitaba un triunfo como este para redondear mejor una campaña que fue importante, por ser la primera. Y lo necesitaba porque el partido con Flandria había sido tan extraño que ni siquiera había podido sentirse orgulloso de mantener la categoría. No lo había podido festejar siquiera mínimamente. Entonces se llenó de rabia, de la buena, y fue a Adrogué por los 3 puntos. Y los consiguió. Además dando vuelta el resultado después de que justo Pablo Casado le trajera con un golazo los peores presagios. Campozano, y Leandro Madrid le regalaron un triunfo muy esperado. Para irse de vacaciones en paz. Y con la moral arriba.
Villa San Carlos terminó su primera participación en el campeonato de 1ºB con una excelente victoria en Adrogué. Los tres puntos conseguidos son importantes para engrosar el promedio, y comenzar la próxima temporada con un poco mas de oxígeno.Pero también para cerrar un ciclo, con el último gustito, ese que queda por un buen tiempo, con sabor a dulce. El festejo interminable de los jugadores al final del partido, confirmó la importancia de lo conseguido.
La Villa no venía bien, con un nivel futbolístico colectivo e individual por debajo de lo que este plantel puede dar y muy golpeado por el último partido donde se resignaron puntos increíbles sobre la hora. La racha sumaba siete partidos sin ganar, pero también, eran cuatro los partidos sin perder jugando como visitante, donde parece que este equipo se siente mas cómodo.
El comienzo del partido mostró a los equipos buscando el arco de enfrente. Ambos con esquemas similares 4-3-1-2, y con sus respectivos enganches de larga y reconocida trayectoria en el ascenso como lo son Leandro Martini y Pablo Casado.
A pesar de las reducidas dimensiones del campo de juego, el encuentro se hizo abierto y entretenido por momentos. San Carlos era mas punzante y tuvo varias oportunidades de abrir el marcador. Gran despliegue de Avalo Piedrabuena por derecha incansable yendo y viniendo por el andarivel. En ataque todas las pelotas pasaban por Miranda de buen primer tiempo que hilvanaba todos los avances que llevaban peligro al arco defendido por Bangert. Campozano lo tuvo varias veces pero no estuvo certero en la definición, y en la jugada que pudo concretar el juez lo anuló por un off-side inexistente. A pesar de este error la actuación del árbitro se puede decir que fue correcta. No influyó en el resultado y pasó desapercibido en el juego. Algo poco visto debido a los arbitrajes que el Celeste padeció a lo largo del torneo.
El fin del primer tiempo dejaba un resultado en blanco que no se reflejaba con lo que se había visto en el terreno de juego, si bien San Carlos no fue un equipo arrollador merecía al menos un gol de ventaja, teniendo en cuenta las situaciones de riesgo generadas por uno y otro equipo.
La segunda parte fue muy parecida a lo visto en los primeros cuarenta y cinco, aunque Brown salió un poco mas decidido a buscar la victoria. El equipo conducido por la dupla siguió con la misma postura y el ingreso de Sommariva le dio mas recuperación al mediocampo, pasando Oroná a jugar un poco mas adelantado. El gol rondaba las áreas y el primero en concretar fue el local. Promediando la etapa, una muy buena definición de Casado, pegándole de afuera del área con cara externa del pie derecho al palo derecho que dejó sin respuestas a Volpe.
La Villa fue a buscar el empate sin desesperarse teniendo el control del balón y jugándolo a ras del piso. Pasaron sólo tres minutos del gol local cuando una buena jugada por izquierda finaliza con un centro rasante de Madrid que llega exigido y encuentra al goleador Campozano que esta vez no dudó y de zurda concreta el merecido empate.
Era cuestión de ser paciente porque se estaban haciendo bien las cosas y el segundo estaba al caer. Solo había que esperar la oportunidad y dar el golpe letal.
Faltando poco mas de diez minutos un contragolpe fulminante puso justicia en el marcador. Campozano encaró por el centro del campo con la defensa de Brown a contrapierna, devolvió gentilezas a Leandro Madrid y el volante por izquierda entrando por derecha define al primer palo ante la salida del uno local.
Los minutos restantes mostraron al Tricolor buscando empardar el pleito a base de centros que encontraron bien parada a la defensa visitante, y un par de contragolpes que no pudieron liquidar el partido, dejando que el suspenso durara hasta el pitazo final. Resistir para que el final sea dulce, era la consigna. Y se cumplió. Por eso el festejo fue tan grande. Porque además tuvo el sabor de las revanchas, que desatan broncas, y saben de justicia. La que dice que este equipo y esta campaña se merecía un final feliz. Bastante parecido al que se trajo de Adrogué para Berisso.