GANA, SUBE, ILUSIONA...

Y Camba va. Va por la buena senda de las victorias y el mejoramiento en el rendimiento colectivo. Esta vez además de ganar, lo hizo ante un muy buen equipo que probablemente sea protagonista en este torneo. Con gol de Ezequiel Yañiz, sobre el final, alcanzó una victoria merecida que lo empuja a las primeras posiciones de la Primera C, donde toda la gente lo quiere ver. Por fuerza y convicción para ir al frente , Camba empieza a subir la cuesta de una tabla que cada vez lo tiene más ariiba.
El primer tiempo no fue nada sencillo. Por como nadie hasta ahora en Ensenada, el conjunto zarateño se plantó bien ofensivamente. Con la total intención de ir al ataque y buscar los tres puntos. Un buen enganche como Gómez, que manejaba bien la pelota, un Darío Lema rápido y expeditivo, al contrario de lo que mostró en Cambaceres, y volantes que se despendían con velocidad.
Pero con el correr de los minutos, el Rojo lo equilibró gracias al crecimiento del muy buen jugador que es Jones, y a la colaboración de todos para ser un equipo agresivo para recuperar la pelota cada vez más lejos de su última línea defensiva. En eso fue valorable la colaboración de los volantes y el acortamiento de las tres líneas. La de la defensa, por momentos con dudas porque jugó al achique y quedó al borde de la habilitación de los delanteros rivales. Pero…el que no arriesga no gana.
Del arranque con complicaciones en el partido pueden extraerse algunas cuestiones. Primero que enfrente por fin hubo un equipo que no vino a sobrevivir a Ensenada sino a jugar. Luego, algunas que tienen que ver con el funcionamiento propio. En el medio no le encuentra la vuelta Borgarelli para decidirse por los carrileros. El que juega siempre es Manes.
Desde su inteligencia para moverse sin pelota, y sus siempre buenas intenciones de maniobra, está absolutamente justificada su opinión. La gente, que siempre se queda con los resultados, se quejó por el gol que erró en el segundo tiempo bajo el arco. Uno prefiere quedarse con la astucia y la visión de juego para tratar de terminar una jugada haciendo algo que hacen pocos carrileros: pisar el área.
La mejor versión de Cambaceres se vio en el complemento. Con un gran despliegue de todos, el adelantamiento de la línea de cuatro, y una convicción para ir a presionar que terminó devaluando a un buen equipo como lo es el CADU. En ese esquema táctico agresivo arriesgó mucho pero si quería el triunfo, no le quedaba otra opción. Para eso tuvo un jugador que silenciosamente fue clave: Ezequiel Carzoglio, que en cada cierre de última instancia demostró porque se ganó el puesto como titular.
Cuando promediaba el segundo tiempo la hinchada empezó con un cántico agraviante que no entendimos. Algún hincha nos explicaba tras el encuentro: “lo hicimos para motivarlos y se pusieron las pilas”. No nos pareció que sea lo que se necesitaba en ese momento. Porque en el mejor momento del equipo, aun cuando Dieguito Jaime, y su homónimo salieron reemplazados por Catriel y Vevenis, el equipo estaba mucho más cerca del gol que los de Zárate.
Y el gol llegó en final por quien más había rematado al arco en toda la tarde; Ezequiel Yañiz. Del delantero rojo se pueden criticar muchas cosas. Y algunas son ciertas, como que va mucho al choque o confunde electricidad con confusión. Pero hay algo muy destacable. Deja el alma en cada pelota, y en esas confusiones que crea, a veces también él les genera lío a las defensas rivales. Porque es cierto que erró un par de goles, pero también lo es que en ambas ocasiones las chances se habían generado por su propia insistencia.
Y de tanto insistir, el gol llegó con una definición también mordida, como las otras, pero que tuvo la fortuna de desviarse en un defensa del CADU y descolocar al arquero impotente que la fue a buscar a la red. No quedaban dudas, semejante golpe a tan poco del final, no le iba dejar reacción a los visitantes.
Finalmente, algunas conclusiones que promediando el Apertura van surgiendo. Cambaceres se está recibiendo de equipo fuerte. Atrás, con Kees y Dell Orto, o San Esteban que esta vez no jugó. Más lo bueno ya mencionado de Carzoglio. Calabrese todavía no convence pero puede hacerlo. Lo de Rosario parece haber sido una excepción, y hacerse fuerte atrás en la C, se sabe, es fundamental.
Con el correr de las fechas en el medio y arriba está mejorando. Con un Jones que cada vez juega más cerca del nivel que lo llevó a obtener tantos elogios, un sistema que con enganche adquirió más volumen de juego. Y las corridad de Yañiz y Diego Jaime, que se están empezando a conocer. No alcanza para los elogios desmedidos. Pero si para cierta tranquilidad de que este equipo puede dar pelea. Y ser regular, que es e gran desafío.
Por lo pronto en las últimas tres fechas alcanzó una regularidad. Siete puntos de nueve contra rivales como Lafe o este Defensores Unidos que tienen buenos jugadores. Dio el salto que le pedía el pueblo Rojo antes del partido, y hasta empieza hacerse fuerte de local. Claro que el fútbol es una exigencia permanente y ahora le tocan dos exámenes complejos: San Miguel y Alem en su casa. Si Camba logra sobrevivir sin derrotas a ambas misiones, la cosa va a empezar a florecer de otra manera. Con forma y olor a ilusión de pelear bien arriba. Que es la que su gente quiere. Que es la que su historia exige.
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