JAIME, EL MAYORDOMO DEL GOL

Para explicar este empate otra vez agónico que Cambaceres logró en su excursión a Bolívar contra Barracas habrá un solo nombre capaz de argumentarlo: el jugador sensación del Rojo: Sebastián Jaime. O el "mayordomo del gol", como atinadamente supo apodarlo nuestro querido colega Mariano Leonforti. De su talento nació el primer empate de Manes, y de su astucia el empate agónico cuando la derrota era una realidad. Ahora. Cuando todos se llenan la boca hablando maravillas y descubriendo las maravillas que en las despreciadas canchas de la Primera C está haciendo Sebastián Jaime, uno recuerda la anécdota a través de la cual llegó a Cambaceres. Su archi rival, Villa San Carlos, estaba esperando para el comienzo de la temporada actual, y entre otros nombres estaba entrenando a prueba el mismísimo Jaime. Una práctica de fútbol, dos, tres, otra prueba, otro amistoso, y los días interminables hasta que llegara el si definitivo que nunca llegaba. En el medio, el llamado oportuno de la gente de Cambaceres: "venite ya, acá jugás seguro". Y jugó nomas. Y brilló. Así de sencillo, sin tantas pruebas, sin tantos misterios, que cuando hay un jugador de tanto nivel no hacen faltas tantas pruebas empíricas que demuestren vaya a saber que cosa. Asi como los campeonatos se ganan unicamente por el equilibrio de una solidez colectiva que ampare un proceso largo. Muchos partidos en esta categoría, son ganados por el desequilibrio individual de grandes jugadores, que como jaime, parecen tener una velocidad y un ritmo muy distante al del resto. Si a esto le sumamos la concentración y el compromiso a "correr todas" que el goleador del Camba posee, ya estaremos (como estamos), en presencia de un jugador de otro nivel. En un partido en el que Cambaceres pareció dominar casi siempre desde lo táctico y desde la actitud, igualmente padecía ir en desventaja en el marcador por circunstancias del juego. La primera, el gol de Tallarico después de un rebote por un tiro libre que el mismo pateó. El segundo, por un descuido tras una pelota parada que Carrica capitalizó. En ambas oportunidades, los de Ensenada estaban haciendo un poco mejor las cosas. Con el compromiso infaltable de Gamberini y Cecatto como combatientes del medio, y con el vértigo de Manes y Casanova por derecha e izquierda respectivamente. Pero, Barracas Bolívar con muy poco, había dado cuenta de algunos errores defensivos que aparecieron, esta vez en menor medida. Y ahora quien podrá defendernos? Se preguntaban propios y extraños a Defensores. Y en este equipo especialista en revertir historias que vienen mal barajadas, hay un chapulín colorado. Siempre aparece Jaime, y cuando mas lo necesitan. Como en la monumental jugada en la que le sirvió el gol a Manes (similar apilada a la del golazo contra Alem). O como en la peinada agónica después del córner de Miguel López. Camba rescató un punto que a priori no era tan bien visto pero que a posteriori significó un viaje de regreso con mucho alivio y conformidad. Al igual que en tantas otras ocasiones, contó con la astucia de su as de espadas. Que por más que ya lo conozcan sigue generando asombros. Se llama Sebastián Jaime. Y sigue brillando por sus goles y su fútbol. Aunque algunos todavía estén pensando si habría que seguir probándolo para ver si tiene condiciones...
Tags:

About author

Curabitur at est vel odio aliquam fermentum in vel tortor. Aliquam eget laoreet metus. Quisque auctor dolor fermentum nisi imperdiet vel placerat purus convallis.

0 comentarios

Leave a Reply