SAN CARLOS, EL LIDER DEL CORAJE

En la fecha en la que ninguno de los de arriba ganó, La Villa aprovechó la oportunidad y volvió a ser lider venciendo con claridad (aunque sin buen juego) a Luján por 3 a 1 en el bosque. Era la tarde de los defensores, porque por primera vez en el torneo marcaron el pollo Raverta y Fede Slezack. Y era la tarde del gol errado, hasta que Rodrigo Salinas convirtió el tercero y desató otra fiesta, de esas que los villeros ya están acostumbrados a recibir de su equipo. Como hacía mucho tiempo, o como nunca, la hinchada de Villa San Carlos se animó a despedir al equipo con un pedido, que no es exigencia, pero si ilusión indisimulable: "¡Pongan huevo y corazón, que esta hinchada, se merece, se merece ser Campeón!"Porque las palabras irán por el lado de la mesura y el equilibrio, pero la mente y el corazón son presas inevitablemente de el sueño del campeonato. Faltan 8 fechas, 24 puntos en juego, y lleva apenas 2 de ventaja. Pero hay un equipo en serio. Que por más que no juegue bien como en esta victoria ante Luján, casi siempre supera a sus rivales. Es verdad que la tarde se presentaba propicia para vover al triunfo y a la punta. Enfrente estaba uno de los rivales mas flojos del torneo, por presente, y uno de los favoritos por historia (no hay vuelta que darle, siempre le gana a Luján). Pero en esta divisional, en la que el rival más debil le quita puntos a los candidatos, había que jugar y había que ganar, y cuando eso se transforma en una óbligación, no es tan facil administrar las tensiones. Asi, con esas condiciones, La Villa le ganó a los de la Basílica. Sin demasiado volumen de juego, sobre todo por las carencias posicionales de sus hombres del medio y las evidentes imprecisiones de Martini y de Alvarez en el medio, pero teniendo la agresividad ofensiva que al visitante le faltó toda la tarde de no ser por la excepción que resultó ese buen jugador que es Zacardo. Por eso, el celeste sin tener mucho la pelota, le créó, además de los 3 goles, 6 situaciones de gol cara a cara con el arquero rival, 3 desperdiciadas notablemente por Rodrigo Salinas.Hasta que el delantero, lejos de entregarse como antes al destino de lo irremediable, siguió teniendo fe y consiguió liquidar el pleito, allá por los 36 del segundo tiempo. Y cuando parecía que no era la tarde de los delanteros, porque además el pobre del pájaro Miranda, sufrió una severa lesión en su tobillo. De quienes si era la tarde era de los defensores. No solo por los dos golazos (la emoción de Slezack fue doble porque es su primer gol en su club), sino porque ya es indiscutible que en su altísimo nivel de concentración y coraje, se explican muchas de las causas de que este equipo sea candidato al título. Pelean cada pelota con la fiereza de quien tiene algo que le costó mucho conseguir, y no permitirán que se lo saquen. Pero además, buscan darle (cuando se puede) un destino favorable a su equipo. Aunque esta tarde sus compañeros del medio (salvo Gonzalo Raverta) no hayan estado en la misma sintonía. Mientras San Carlos disfruta de estos días inolvidables, mientras su pueblo se entrega al frenesí como un carnaval de los humildes que por fin tienen algo de lo cual enorgullecerse. Los conductores de este equipo deben tener la mente fría. Y saber que aun cuando con este nivel alcanza para ganar y a veces aplastar rivales, algo no está funcionando bien en el medio. Y debe ser corregido. Más ahora, que la alegría permite contar con mentes más receptiva que en tiempo de crisis. Más ahora, que tal vez vienen rivales de mayor exigencia que este tímido Luján. "¡Pongan huevo y corazón, que esta hinchada, se merece, se merece ser Campeón!" La hinchada de La Villa, tantas veces visceral, esta vez pensó la canción con la que iban a despedir a sus jugadores. Y lejo de ser una exigencia, les cantaron una plegaria que mas que plegaria es un sueño. Que ya hace rato está instalado en cada una de sus cabezas, cuando apoyan la cabeza en la almohada, para despedir un día más, de estos días inolvidables.
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