SAN CARLOS LO DIO VUELTA POR LAS PIERNAS Y EL CORAZON

La Villa pasó una prueba de fuego enorme, de esas que determinan que ahora este equipo si está para pelear el campeonato. Y que confirman que este campañón ya no es el fruto de una buena racha, si no de un plantel exquisito, en calidad y cantidad. Entre las pruebas pendientes, estaba la de arrancar un partido perdiendo y darlo vuelta. Y en Pilar la superó. Perdía 1 a 0 y jugaba mal, y en 45 minutos apareció la categoría de un equipazo que ganó 3 a 1 y borró a Fénix de su propia cancha. No fue un buen arranque el de San Carlos. Primero porque le costó acomodar a Oscar Alvarez y Leandro Martini a sus funciones mixtas. El primero desdoblándose entre la marcación y la proyección por todo el carril izquierdo, Y Martini tratando de dar una mano por allí, pero sin perder su función de enganche para asistir al pájaro Miranda y Rodrigo Salinas. En esos momentos, Fénix, con la velocidad de sus volantes y la incansable movilidad del chileno Flores y de Lapena, complicaba a espaldas de los dos cincos que presentó el Cele: Oroná y Somariva. Con ese espacio ganado, probó varias veces de media distancia, y en una de ellas consiguió el gol. Remate esquinado y certero de Favio Lapena y apertura del marcador a los 12 minutos. De alguna manera, llegó la reacción del Celeste de Berisso, sobre todo a través de un par de pelotas paradas que ejecutó Martini, y que ganó por alto Salinas, pero sin poder convertir. Sin embargo, el cuervo de Pilar mantuvo cierto dominio. No muy pronunciado, pero dominio al fin, por su mejor distribución de jugadores en el campo de juego. Inclusive antes del cierre de la primera etapa, pudo aumentar, sobre todo con otro remate de media distancia, y con una gran jugada que construyó Flores, y que no supo conjurar Sanabria. Se cerraba un primer tiempo flojo y carente de juego ofensivo de la Villa, demasiado repetido en centros desde las bandas. Inimaginable entonces el vuelco que iba a tener el partido. Porque La Villa recuperó la memoria y en un ratito nomás borró de la cancha a Fénix. Ya a los 50 segundos lo tuvo el pájaro Miranda pero la tapó Martínez de forma extraña. La respuesta de Sanabria perdiéndose el segundo, iba a ser la última imagen viva de los de Pilar. El resto fue una tromba color celeste que aplastó al equipo local hasta ganarle cómodamente. El empate llegó a través del pájaro Miranda, quien conectó un rebote.El segundo por una pelota parada que de palomita mandó a la red el retornado Nacho Oroná. Y el tercero con un contragolpe que después de salvar varios manos a manos el arquero cuervo, Madrid convirtió en gol por primera vez en su feliz estadía en el cele. Fueron 20 minutos en los que San Carlos acribilló física y futbolísticamente a Fénix. Los de Pilar, después del partido dijeron lo que dicen casi siempre los protagonistas que pierden "ellos solamente aprovecharon su momento y nosotros no". Minimizando el poder de la contundencia. Pero está claro que si un equipo tiene esos 20 minutos de contundencia en todos los partidos y el otro no; la resultante será indefectible: uno peleará el campeonato, y el otro los últimos puestos. Esta vez, la entrada de Avalo Piedrabuena fue importantísima para abrir una franja (la derecha), que dejó secuelas en el sistema local. Contra Excursio había sido la explosión de Medina. Antes el regreso al gol de Miranda...Como en los buenos equipos, y en los grandes planteles, el turno "del que desequilibra" va cambiando de mando. Pero lo que nunca cambia es la base. La defensiva, que sigue respondiendo, y la mental, que está cada vez más sólida e incisiva. "Cambian los nombres pero no la idea", puede decirse. Y cuando eso pasa, empieza a avisorarse en el horizonte muy buenos presagios De equipo que gana muchos puntos, pero lo que más gana es convicción de saberse candidato. Todos esos elementos explican este tremendo vuelco que logró ante Fénix. No, la reduccionista frase de "fue oportuno". Por último, un valor agregado. El de "las piernas". Y en esto tiene mucho que ver el silencioso trabajo de los profes, con el "gallito" Daher como líder moral del grupo. Un equipo al que parece siempre sobrarle resto para llegar a los finales. Claro que a las piernas, como a todo, las dirige el corazón. Y en eso, San Carlos también hace rato que viene sacando ventajas...
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