UNA NOCHE NEGRA...Y AMARILLA

El año de la Villa parece no arrancar, esta vez cayó ante uno de los protagonistas del torneo y la caída tuvo matices para comprender el resultado. Todo había comenzado bien, en la primer aproximación al arco Sarati convirtió tras una buena jugada de Gonza Raverta. Sorpresa en el estadio, San Carlos se hacía fuerte en el medio y se agrupaba para salir de contra, así Berdún desperdició un mano a mano y luego Campuzano no llegó a conectar un centro que prometía peligro, las dos acciones con el mismo asistente, el Pájaro Miranda (el mejor hombre en la derrota del Cele).Pero al fútbol le gustan los contratiempos, en Casanovas llegaron todos juntos, a los 7´ salió Aguincer que no pudo recuperarse de un planchazo no visto por Ceballos.
Mientras en la primer chance clara, Bazán Vera aprovechaba un contragolpe nacido en un corner a favor de la Villa para empatar: Martínez la inició, descargó en Bustos tirado a la derecha, pase y gol ante un equipo desacomodado. Pero a la etapa inicial le quedaban dos cachetazos: la salida por un desgarro del “Pollo” Raverta y el segundo del Indio para dar vuelta el partido, esta vez la fortuna tampoco ayudó, porque un rebote le quedó justo para patear y convertir.
Con semejante panorama tuvieron que lidiar Besada y Malli: Sarati obligado a ir por derecha (hasta que también se lesionó), Gonzalo Raverta dándole una mano a Sommariva casi como volante central, Ledesma bajando constantemente. Las circunstancias obligaron a un esquema absolutamente impensado y Giunta lo aprovechó planchando el partido, el complemento estuvo de más entre el tedio local y la impotencia Villera. Solo faltó que Bustos ponga un bochazo abierto hacia Ferreyra que eludió a Volpe y terminó el partido.
Un 3-1 en contra nacido de una noche extraña, plagada de lesiones e infortunios. La Villa debe mejorar e implorar que tantos infortunios no transformen una jornada de verano agobiante en una noche negra.
Ezequiel Del Bueno