La nueva derrota de San Carlos a cargo de Deportivo Morón estuvo llena de situaciones para el análisis. Un primer tiempo bueno, con el equipo jugando después de mucho tiempo en campo rival, y con buen circuito de jugo. Pero dilapidado por un error defensivo que le dio la apertura al gol del Gallito. Entonces llegó la peor versión, de un complemento lleno de dudas y carencias, que asomaron problemas que empiezan a preocupar más de la cuenta.
Hasta el descanso luego de la primera etapa, la conclusión era certera. Villa San Carlos debía estar ganando el partido y lo iba perdiendo. Las sensaciones, más allá del resultado, eran auspiciosas. Con un esquema táctico cargado de novedades que incluían la idea de llegar con muchos volantes y un solo delantero como Pasquale, la idea venía saliendo. Porque Oroná y Peluso (un excelente jugador con nivel para ser titular) manejaron la pelota con precisión y claridad. Y porque Rosli y Gonzalo Raverta, aunque hayan estado erráticos en las puntadas finales, picaron siempre correctamente al vacío y en profundidad. Pasquale se movió bastante bien, y entonces La Villa fue el protagonista de las acciones y el partido. Pero…
Pero llegó un error defensivo, entre Rosli y Orfila, que a esa altura ya había cometido demasiados como para pasar disimulado, nadie cubrió los errores, y entonces llegaron una cadena de secuencias de pasividad defensiva que terminó indefectiblemente en el gol de Chávez. Otra vez en desventaja, y otra vez todo lo bueno echo hasta allí se transformó en impotencia.
Cuando transcurrieron los primeros 10 minutos del segundo tiempo, y Volpe empezó a ser la gran figura de la tarde que mantenía en partido al equipo, lamentamos llegar a una sensación irreversible. Con el equipo estirado y desordenado entre sus líneas, llegaría el segundo del gallito. Y por más que Volpe ofreció toda la resistencia posible, Barrios llegó al segundo tras gambetearlo en una jugada que nació de una mala salida de Peluso.
Era el 2 a 0 o la sentencia de otra derrota. Y lo fue aunque Pasquale tras una muy buena habilitación de Sarati haya puesto el 1-2 con calidad.
Es que ya la confusión de San Carlos había agrandado mucho antes a un Morón que mostraba hasta el gol más limitaciones que virtudes.
Cada partido, y sobre todo cada derrota, extraen notas. Que estas se transformen en aprendizaje depende de la capacidad de interpretación, y del asidero de estas interpretaciones. En esta nueva caída ante Morón nos permitimos algunas.
1) Emiliano Peluso está capacitado por técnica y por claridad conceptual para ser titular de este equipo. Tiene la pausa que le falta a la mayoría, y un manejo del balón muy similar al que se extraña de Sommariva
2) Pedíamos decisiones después de la caída con Platense y las hubo. A nadie le tembló el pulso para relegar a Pelanda al banco. Orfila, lamentablemente va rumbo al mismo destino.
3) Es cierto que Sarati tiene toda la habilidad pero parece faltarle potencia física. Pero si ante la lesión de Valenti, y el momento de Pelanda, no es titular; ¿Cuándo lo será?
4) Hay un bajón exótico en la defensa. Decimos exótico porque siempre es lo más elogiado, y además de la evidente ausencia de Emiliano Córdoba por lesión, ante Morón hubo falencias muy evidentes del resto.
Finalmente, San Carlos debería tomar nota de lo bueno que hizo. Jugó en el primer un fútbol de buen nivel. Pero a no confundirse. No lo perdió por jugar bien al fútbol (sería insólito creer que jugar excluye la posibilidad de ganar). Lo perdió por errores infantiles, y por no tener claridad ni fortaleza para recuperarse de ellos. Ojalá San Carlos pueda repetir rendimientos como los del primer tiempo.
Porque más allá de los resultados, y del dolor que ellos producen cuando son derrotas, todavía nadie demostró, que tratar de jugar bien, a la larga, sea un mal negocio.
.jpeg)
0 comentarios