Después de la gran goleada ante Temperley, la visita a Armenio se presentaba como muy oportuna para sumar de a 3 de visitante. Pero así de irregular es esta campaña del Celeste que no logra hilvanar varios triunfos seguidos. Villa San Carlos cayó en Mastwicht por 1 a 0 con gol de Quiñones y la media inglesa que indica triunfos de local y empates de visitante; por ahora está fallando. A favor de San Carlos hay que enunciar que enfrente tuvo a un buen equipo como Deportivo Armenio. Que se armó para salvar la categoría con toda la fuerza del poder de Norai Nakis, y que para salvarse, casi está destinado a ingresar al torneo reducido. Un equipo muy sólido en todas sus líneas, que sabe ocupar muy bien los espacios, para no dejárselos al rival.
Por eso esta vez Nery Lima ni Fernández Silva contaron con la posibilidad de hacer pesar su capacidad de maniobra. Y entonces La Villa se redujo a los pelotazos frontales abortados una y otra vez por los defensores de la colectividad Armenia.
Un primer tiempo en el que Armenio, a base de presión y mejor manejo en precisión le dominó las acciones y tuvo si bien no muchas, las mejores jugadas de riesgo. Antes del gol de Quiñones, ya había anunciado con un par de remates de media distancia que exigieron a Guillermo Stucky; hasta que llegó un mal rechazo (hacia el medio y hacia abajo) que el propio Quiñones conectó como venía para clavarla en el palo izquierdo.
Fue un golpe duro. Porque el local, que ya venía haciendo mejor las cosas, contó además, con el resultado a favor, con la confianza propia, y las dudas ajenas, para seguir profundizando en su plan de juego.
En el complemento, la Villa insinuó una tibia reacción a partir del adelantamiento de sus líneas. En realidad lo intentó todo el tiempo pero el abroquelamiento atrás del local le impidió espacios y le cerró los caminos
La entrada de Sergio Valenti parecía necesaria, aunque la salida de por Cristian Campozano sorprendió sobremanera. Con la idea de darle mayor un peso ofensivo, no fue la solución, y San Carlos extrañó la ausencia de la “pantera” que como todo goleador, y con el resultado adverso, era indispensable.
Armenio, sustentado en el trabajo de los volantes, consiguió manejar la pelota con criterio, y con ello, le alcanzó para conservar la ventaja. Porque La Villa, también con el ingreso de Gonzalo Raverta buscó con insistencia pero chocó recurrentemente. Fernández Silva y Lima, esta vez sin lugar para la gambeta, trasladaron demasiado y no pudieron prosperar. Y en el fondo, descubierto sobre el final, se sufrieron algunas incomodidades propias de quien sale a buscar el empate.
Sobre el final un remate en el palo de Víctor Gómez casi termina resultando el segundo gol del equipo de Maswicht que festejó los tres puntos con la descarga emotiva de quien lucha por mantener la categoría.
San Carlos se fue con su impotencia a Berisso, apenado por no haber podido repetir ni la actuación ni el resultado de Temperley, y por no encontrar razones para ser un poco más regular. De hecho la media inglesa que todo entrenador, inclusive Rezza planea, tiene un agujero. Es que cuando sale de visitante, últimamente, busca aunque sea algo, y no se termina trayendo nada.
Por eso esta vez Nery Lima ni Fernández Silva contaron con la posibilidad de hacer pesar su capacidad de maniobra. Y entonces La Villa se redujo a los pelotazos frontales abortados una y otra vez por los defensores de la colectividad Armenia.
Un primer tiempo en el que Armenio, a base de presión y mejor manejo en precisión le dominó las acciones y tuvo si bien no muchas, las mejores jugadas de riesgo. Antes del gol de Quiñones, ya había anunciado con un par de remates de media distancia que exigieron a Guillermo Stucky; hasta que llegó un mal rechazo (hacia el medio y hacia abajo) que el propio Quiñones conectó como venía para clavarla en el palo izquierdo.
Fue un golpe duro. Porque el local, que ya venía haciendo mejor las cosas, contó además, con el resultado a favor, con la confianza propia, y las dudas ajenas, para seguir profundizando en su plan de juego.
En el complemento, la Villa insinuó una tibia reacción a partir del adelantamiento de sus líneas. En realidad lo intentó todo el tiempo pero el abroquelamiento atrás del local le impidió espacios y le cerró los caminos
La entrada de Sergio Valenti parecía necesaria, aunque la salida de por Cristian Campozano sorprendió sobremanera. Con la idea de darle mayor un peso ofensivo, no fue la solución, y San Carlos extrañó la ausencia de la “pantera” que como todo goleador, y con el resultado adverso, era indispensable.
Armenio, sustentado en el trabajo de los volantes, consiguió manejar la pelota con criterio, y con ello, le alcanzó para conservar la ventaja. Porque La Villa, también con el ingreso de Gonzalo Raverta buscó con insistencia pero chocó recurrentemente. Fernández Silva y Lima, esta vez sin lugar para la gambeta, trasladaron demasiado y no pudieron prosperar. Y en el fondo, descubierto sobre el final, se sufrieron algunas incomodidades propias de quien sale a buscar el empate.
Sobre el final un remate en el palo de Víctor Gómez casi termina resultando el segundo gol del equipo de Maswicht que festejó los tres puntos con la descarga emotiva de quien lucha por mantener la categoría.
San Carlos se fue con su impotencia a Berisso, apenado por no haber podido repetir ni la actuación ni el resultado de Temperley, y por no encontrar razones para ser un poco más regular. De hecho la media inglesa que todo entrenador, inclusive Rezza planea, tiene un agujero. Es que cuando sale de visitante, últimamente, busca aunque sea algo, y no se termina trayendo nada.
30/3/11, 0:57
todavia no le cambiaron el color al escudo.tiene el anterior,el celeste.que estan esperando? tambien tienen que cambiar de color la cancha nueva llamada "el bosquecito" y de paso cambiarle el nombre,tendria que llamarse CRISTIAN CASTRO.