CAMBACERES HIZO HISTORIA EN ADROGUÉ

Como para no festejar así. Los jugadores de Camba no querían abandonar la cancha de Brown y tenían infinidad de motivos para que asi sea. Después de tanta malaria y tanta pena cada vez más dificil de explicar, este grupo de jugadores le regaló una gran alegría a su gente y se regaló a si mismo un partidazo de debut en La Copa Argentina, eliminando nada menos que al puntero de la B Metro, Brown de Adrogué. ¿Qué pusieron suplentes? Eso será problema de ellos, Camba festejó por este triunfo y por todas las derrotas que acarreaba. Como no festejar así.


Cuando una alegría se demora tanto, el grito  contenido sale con más fuerza. Nadie, y seamos sinceros, nosotros tampoco, imaginábamos cuando llegamos a Adrogué, una victoria semejante.
La foto de los jugadores celebrando en el mismo campo de juego que antes habían regado con esfuerzo y sudor, cotizaba en el plano de lo fantasioso.
Sin embargo, los jugadores creyeron en ellos y leyeron bien el ultimátum: solo ellos podían evitar un nuevo papelón, y otro técnico que se fuera. Así, lo hicieron, desplegando por la cancha una entrega conmovedora, y firmando un partido memorable; a la altura de la instancia de lo que el club se jugaba.

Pero vayamos primero al plano racional; a lo futbolístico. ¿Cómo hizo Cambaceres para cambiar tanto en un puñado de días? Podríamos empezar por las teorías del cambio de actitud de este equipo cuando sale de Ensenada, pero sería reducir una gran actuación que merece otro tipo de elogios.
En parte la explicación surge del planteo, afuera y adentro de la cancha. En ambos lugares Cambaceres se despojó de timidez y prejuicio, y "fue al frente", como le gusta decir a los hinchas.

Un elenco renovado, con 6 jugadores distintos a los que jugó ante Liniers, y una mentalidad agresiva que hacía muchísimo tiempo no le veíamos.
Luego los niveles individuales, muy altos en muchos casos. Comenzando por los pilares defensivos que significaron Leandro Fernández y Alejandro Arévalo. Ambos confirmaron ser uno de los mayores aciertos de Santa María en el armado del plantel.
El tándem se completó con la seguridad de siempre de Arias Navarro en el arco, y el buen acople de un Calabrese mucho más suelto.

En el medio hubo una elección clave. Jorge Casanova y Ricardo González a la cancha, pero ambos por el sector izquierdo. Vicó nunca pudo imaginar esa jugada ajedrecística que le iba a poner en jaque durante toda la tarde al sector derecho de su defensa. De hecho así vino la jugada del gol en contra, después de una gran combinación entre Cardozo, Pelosi y el mismo Casanova.
A Benavente le quedó la tarea de "raspar", y a los demás la de crear espacios con buena movilidad y arranques. En suma, un plan que esta vez bajó del pizarrón al césped, porque los jugadores tuvieron astucia e intensidad para hacerlo.

Así le dominó gran parte del primer tiempo Cambaceres a un Brown que solo ofreció buenas ejecuciones de pelotas paradas en Nuéz y Casado, pero casi siempre anduvo corriendo detrás de las ideas de juego de un Rojo dominador. En el complemento los roles quedaron más definidos aún. Los de Adrogué buscaron desesperados el empate, y los de Ensenada tuvieron la enorme capacidad para contragolpear con inteligencia, pero no para definir de la misma manera.

Aún así, no se puede hablar de erráticos rendimientos en los jugadores de ataque. Más bien todo lo contrario. Entre las muchas buenas conclusiones que el rojo se trajo, hubieron 3 muy salientes.
Santiago Falbo, que era uno de los pocos que aún no había jugado, tuvo la gran virtud de hacerlo de manera muy sencilla. A un toque o a dos, clarificó lo que otros suelen complicar.
Los rendimientos de Pelosi y Nicoletti fueron de gran nivel. El primero con habilidad y explosión volvió loco al fondo de Brown. Mientras que el ex Huracán de Tres Arroyos jugó con notable oficio. De jugador que sabe de que se trata este juego.

O sea, estamos hablando sin exageraciones, de la mejor actuación de Cambaceres en mucho tiempo. Del año, por lo menos. Y justo en este debut de La Copa Argentina, y ante Brown de Adrogué en su casa. Por eso se entiende el festejo. Por eso, y porque había mucho arrastre de angustia como para andar midiendo logros.

Porque Cambaceres logró un gran triunfo.Pero además lo hizo con simbolismos de resurrección para los jugadores y el cuestionado técnico. Es cierto, ahora habrá que ratificar todo. Como siempre. En el fútbol los exámenes nunca acaban.
Pero también lo es que para llegar a esta victoria este grupo apeló a lo más valioso de este club. La mística de una mentalidad ganadora que nunca morirá.
La revivieron en Adrogué, cuando nadie lo pensaba. Y justo cuando más lo necesitaban, le hicieron honor a la historia de Cambaceres.