EL GOL VOLVIÓ, EL TRIUNFO NO

Después de jugar un pésimo primer tiempo, Camba se recuperó, lo empató y hasta pudo ganarlo en el final si le daban el claro penal que existió sobre Sergio Valenti. Rompió la sequía sin goles a favor en Ensenada, pero solo le alcanzó para no perder, y volvió a quedar en deuda con la urgencia de ganar como local. Frente a uno de los rivales más flojos del torneo, el Rojo no pudo, y más allá de los atenuantes, nadie se fue conforme.
Como tantas otras veces en el fútbol hubo una jugada clave. Iban 35 minutos del primer tiempo y un extremadamente nervioso Leandro Fernández cometió un penal infantil. Diego Greco, el volante central y capitán de Urquiza se paró sin convicción ante la pelota y anunció el remate a la derecha de Arias Navarro que se desquitó de La Copa Argentina y contuvo el balón. Un minuto antes, decíamos que Cambaceres estaba para la goleada en contra. Un minuto después Valenti tuvo el gol en sus pies, e Iván Noy lo tapó.

Fue el quiebre del partido. Porque en el segundo tiempo Defensores iba a salir con determinación a buscar el empate. Y también se descubrió atrás, con una linea de 3 defensores que no lucía segura. Pero en el intercambio de ataques incesantes, Arias Navarro  salvó varias veces y Ricardo González mandó a la red un remate cruzado de Valenti que el mismo Noy había detenido con rebote incluido.

La verdad? Empataron 1 a 1 pero podría haber terminado de cualquier manera. Porque los dos defendieron muy mal durante toda la tarde, y demostraron porque no están entre los mejores de la tabla de la Primera C.
Pero el que primero estuvo al borde de la derrota fue el rojo. En un primer tiempo en el que defensivamente jugó uno de los peores partidos del torneo.
Sobre todo los centrales a los que tanto veníamos elogiando. Arévalo, que debió salir por lesión. Y Leandro Fernández, desconcentrado y tensionado durante todo el partido.

Cambaceres tuvo algo a favor; siempre trató de buscar. Y en ello hubo alguien que buscó incesantemente: Sergio Valenti. El delantero fue, después de Arias Navarro, el mayor valor para que el equipo no baje los brazos. Corrió, exigió, luchó, abrió la cancha, remató al arco cuando pudo, y si no se le dio el gol, esta vez, no fue culpa suya. Le sacaron un cabezazo en la raya, y el arquero Noy le tapó dos buenos remates. Del segundo, vino el gol de González.

En comparación, la mayoría de sus compañeros no jugaron con la misma intensidad. Salvo "cachete" Casanova, que inexpicablemente no es titular indiscutido en este equipo. Es cierto que no será su mejor versión física, pero también lo es que por técnica, le sobra para tener un lugar asegurado.
Esta vez Pelosi no pudo ser tan ingenioso como otras tardes. Burgos se vio superado por la responsabilidad de ser el conductor. Y Benavente y Cardozo aportaron mucha voluntad, sin que esta una vez más, alcance.

Con este panorama y con la idea manifiesta de Da Ponte de jugar con enganche. Antes, y después del ingreso de Elías Di Biasi, parece ser notable que el "lombriz" merece una oportunidad respaldada con continuidad. No creemos ver en este plantel a otro con características mejores para ese puesto.

En cuanto al partido quedó claro. Enredados ambos en la anarquía futbolística y en el desorden defensivo, pudo ganarlo cualquiera. No tenía lógica ni conductismos, por lo tanto el resultado era una "perinola". La bronca quedó por el penal otra vez ignorado sobre el final. Pero la bronca no podrá disimular una realidad. Cambaceres sigue penando cerca del fondo de la tabla. Y deberá mejorar demasiado para pretender despegarse de eso...