Primero el partido. El empate fue justo, por donde se lo mire. No hubo muchas situaciones de gol, pero todas se repartieron en partes iguales. San Carlos en el comienzo del partido, cuando Rojano estrelló un cabezazo en el travesaño, tras un gran centro del pibe Esteche. Otro cabezazo de Melillo, tapado por Matinella, y un remate de media distancia que el arquero supo controlar.
Brown en el final del partido, cuando las piernas de los jugadores de La Villa cedieron, y Matías Coloca debió extremar recursos para salvar el empate.
Aquellos primero 20 minutos del Celeste, fueron lo mejor en ataque del equipo. Esos últimos 20 minutos de Brown en el final, fueron lo mejor en ofensiva de los de Adrogué, que demostraron que lanzados al ataque y en velocidad, saben combinar con precisión. Y en eso son de los mejor de la categoría.
De allí el valor del empate para La Villa. Porque enfrente hubo un equipo con jugadores de notable buen pie como Lemmo, Villamayor, Enrique y Minadevino.
Ese Brown que le había convertido 6 goles a Comunicaciones, 5 a Italiano, y de a 3 a Tristán Suárez, Temperley y Colegiales (que era su escolta). Un Brown que si no demostró más es porque no lo dejaron la concentración, la marca y la solidaridad de Villa San Carlos.
Ocupando los espacios con orden, y eligiendo tácticamente la jugada en la cual salir y en la cual quedarse para defender más cerca del medio que de Coloca.
Saber defender también es saber jugar bien al fútbol. Y elegir ante quien priorizar eso, es ser inteligente estratégicamente. Este mismo San Carlos fue crudamente criticado desde quien esto escribe por defender pésimamente en partido como Tristán Suárez, Temperley y Defensores de Belgrano. Hoy que ha recuperado la solidez, debe ser resaltado.
Porque si algo tuvo San Carlos para llegar a ser como hoy lo es el 5º (si, leyó bien), en la tabla de los promedios, son buenas defensas. Y hoy la ha recuperado.
No es casualidad. Gonzalo Raverta jugando de lateral por derecha soldó lo que antes era vulnerable. Fede Slezack se parece mucho más al que fue casi siempre. Lo de Ezequiel Aguimcer es formidable. Marca, mete, contagia, anticipa y siempre crea peligro en las áreas rivales.
Y el "pollo" Raverta dejó en claro que el próximo técnico que dude de su titularidad estará en serios problemas. El viernes fue la figura del partido, metiendo, y jugando como nadie.
Los puristas dirán que a San Carlos le faltó juego. Y algo de respuesta habrá en la manta corta.
Que si en algún partido había que usarla hacia atrás, era en este.
Si la idea fue hacer el gasto en el primer tiempo, pudo salir muy bien si el gol llegaba en esos primeros minutos de dominio.
Aún así, el planteo fue compuesto por jugadores que en el medio pueden crear juego. Domenez, Melillo, Avalo Piedrabuena y el pibe Esteche (que jugó con personalidad y decisión, más allá de aciertos y errores) lo son. Arriba, esta vez, faltó más peso, sobre todo después de que se lesionó Rojano, porque Sarati entró con la cabeza en otra cosa.
Al igual que en la era Rezza, Rubén Aguero parece estar encontrando el equipo con el correr de las fechas, y después de algunos desacoples que ya marcamos. Una defensa segura, y un mediocampo mucho más corto entre sí, para que al equipo no lo agarren mal parado como en las primeras fechas.
Por ahora falta la explosión, y esa continuidad de ataque que le dió al equipo tantas victorias seguidas.
Mientras lo logra, ya alcanzó 18 puntos contra equipos muy poderosos.
Y sobre todo, una identidad de equipo duro, dificil de enfrentar para todos.
Inclusive para este Brown de Adrogué que llegó como el equipo más goleador del campeonato, y como decían antes..."de Berisso se fue zapatero"
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