El público de San Carlos, que viene dulce y quiere ganar todos los partidos, no pierde de vista la realidad. Este equipo que se hace a pulmón, deja en cada gota de transpiración lo que ellos piden. "Vayan al frente", suele gritar cualquier hincha del fútbol argentino en cualquier cancha, sin distinción de divisional. Pues este equipo, hace eso: va al frente. Más allá de las ideas del entrenador de turno, o de las tácticas empleadas. Los jugadores van al frente. Y eso no tiene precio.
Por eso Berisso se ha hecho una tierra casi inexpugnable para cualquier visita, se llame Platense, Nueva Chicago o Almagro. Que reconocían al Monumental y La Bombonera, pero que no tenían en su GPS cargado al Genacio Sálice. Y ahora si que lo conocen. Vaya si lo conocen.
El encuentro lo tuvo a San Carlos como pleno dominador. Salvo en los últimos 15 minutos del primer tiempo, donde tuvo que recular producto del desgaste físico que le había impreso al partido, y de que Almagro contó con algunas pinceladas de Figueroa, su experimentado enganche. La Villa fue más porque ganó el terreno medio, y esta vez además lo consiguió sin recargar tanto el esfuerzo de Avalo Piedrabuena. Porque Ezequiel Melillo y Gonzalo Raverta, fueron 2 muy buenos cómplices a la hora de recuperar la pelota, y jugarla con inteligencia.
Si a ellos le sumamos las buenas subidas de Mariano Fernández y del pollo Raverta, San Carlos contó con variantes de juego que le dieron un volumen más que interesante hasta el área. Porque justamente ahi, en el área, se nubló.
Ni Pasquale ni Rojano tuvieron una buena tarde, y el equipo lo sintió. Es cierto que por abajo los buscaron poco. Pero también lo es que el sistema de juego que utiliza Aguero está armado para que les lleguen centros profundos de Gonzalo Raverta, Domenez o los laterales. Y en la calurosa tarde Berissense, ambos perdieron en todas contra los defensores de Almagro.
Si ellos, que tantas otras tardes salvaron a sus compañeros, hubieran estado certeros, San Carlos se quedaba con el triunfo.
Lo demás fue altamente elogiable. Desde la paciencia para elaborar juego de los volantes y los laterales, para ser consecuentes y tener la convicción de jugar a un estilo, el de atacar por las bandas y en profundidad. Hasta el carácter para reaccionar cuando llegó el gol de Almagro, buscando el empate y el triunfo, sin perder la fé.
Contó también con un arquero que cuando el encuentro lo necesitó tuvo intervenciones brillantes, y dos centrales cada vez más firmes y congruentes. Con el agregado de que Ezequiel Aguimcer, es otra de las cartas de gol con las que puede contar el equipo. A propósito del gol. San Carlos sigue practicando jugadas elaboradas muy complejas, pero los goles de pelota parada siguen llegando por la misma vía vieja y simple. La del centro bien tirado, y el cabezazo de anticipo.
Así llegó al empate que pudo ser triunfo. Y que en realidad debió serlo. Pero alcanzó para salvar el invicto, para que la gente reconozca el esfuerzo y para que Berisso siga siendo un bastión indeseado para grandes y chicos que habitan esta B Metropolitana. Otros de los tantos pergaminos que Villa San Carlos puede lucir con placer, en estos interminables años de orgullo.
Con Temperley, el lunes a las 17:00 hs.
Quedó confirmado que el próximo partido de La Villa será el lunes a las 17:00 hs. El rival es Temperley, en la cancha del Gasolero, donde todavía no ha podido ganar. Para este encuentro no podrá estar Mariano Fernández porque llegó a la quinta amarilla.
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