SAN CARLOS CAMBIA

Cambia de entrenador. Porque Rubén Aguero dejó oficialmente un cargo que ya lo tenía afuera hacía rato. Porque volverá Ricardo Rezza al lugar del que nunca debió haberse ido. Y porque 12 jugadores ya no serán parte del club. La mayoría de manera totalmente previsible. La dirigencia apunta a recuperar el profesionalismo en el plantel, de un cuerpo técnico exigente. Pero también deberá mejorar la puntería en los refuerzos. Porque hasta ahora, mientras se erró...los jugadores de siempre cubrieron con creces cada desafío.


Terminado el torneo, se vienen las decisiones importantes. Afuera Aguero, de manera oficial, en lo que era un hecho consumado desde hace bastante tiempo. Y adentro el operativo retorno de Ricardo Rezza, que por decisión propia se había ido en busca de nuevos horizontes hace exactamente una temporada.

Acto seguido, la depuración del plantel.

Rodrigo Benítez (arquero, con muchos años en el club pero con pocas chances de participación);
Silvio Duarte (uno de los sueldos más altos);
Roberto Birge ( de rendimiento irregular vuelve a Estudiantes),
Leandro Madrid (el caso más caro a los sentimientos del grupo y de los hinchas),
Emiliano Peluso (entre lesiones y superpoblación de su puesto, casi sin chances),
Gerónimo Crocce (volante, solo fue al banco en copa Argentina),
Agustín Domenez (muchas expectativas, poco rendimiento),
Cristian Noguera (volvió a sufrir una lesión importante),
Franco Lobos ( se lesionó ni bien llegó); Diego Mack, Matías Bolzán (los 3 fueron apuestas de representantes que no funcionaron) y
Antonio Rojano, que fue el goleador del equipo pero arrancó de mayor a menor, y volverá a GELP.

Con matices, la depuración era cantada para un grupo demasiado largo de 31 profesionales. La idea de la dirigencia es que haya 24, que los refuerzos provengan de Estudiantes y Gimnasia, aprovechando algo que no pueden hacer la mayoría de los equipos de la B Metro. Encontrar jugadores formados con mentalidad profesional, como en su momento se encontró a Nacho Oroná, Avalo Piedrabuena, o Santiago Sommariva, por ejemplo.
El resto del plantel se completará con jugadores de inferiores, que serán las apuestas económicas del club para seguir creciendo en función de futuras ventas similares a las de Rodrigo Salinas, el pájaro Miranda, Guido Barceló o Ezequiel Melillo.

 Por lo demás, si algo no podrá achacársele a esta dirigencia, es que el club mantuvo un crecimiento innegable, que no hace falta repasar en estas lineas. Pero también se deberá reconocer que la política de refuerzos no ha sido buena, y que la misma varias veces estuvo en manos de cuerpos técnicos que fallaron.

Ese es el desafio, para que esa gran base de jugadores que viene sosteniendo a Villa San Carlos en lo más alto, y que sobreviven temporada a temporada, tengan un verdadero refuerzo que le dé definitivamente un salto de calidad, en procura de la superación pretendida.