Los primeron 45 minutos se parecieron mucho a los anteriores 180 ante Acassuso y Flandria. Un equipo inconexo, largo e impreciso. Sin una linea de juego, y con la gran necesidad de ganar como sea, reflejada en el juego apresurado y desordenado. Algunas voluntades individuales. Fede Slezack marcando el tiempo en cada corte con una enorme precisión en el fondo. Ezequiel Melillo recuperando con creces aquel nivel que lo llevó a sus venta. Y Emanuel Sarati luchando por transformar algun pelotazo en pelota redonda para imponer alguna cuota de habilidad.
Los demás, puras corridas y ganas, muchas ganas. Pero sin conexión entre las líneas, ni movimientos en bloque que la respalden. Para colmo las pelotas paradas se desperdician una y otra vez. Por falta de preparación, o por falla en los ejecutantes. O por ambas cosas. Esta vez, nobleza obliga, Agustín Domenez, puso la garra que le reclamábamos. Pero al igual que al resto, no les alcanzó. Como no le está alcanzando al equipo para terminar de ingresar a un reducido en el que se estuvo adentro durante casi todo el torneo.
En el complemento se vio lo mejor. Sobre todo por opciones de gol. Las dos más claras en los pies de Melillo y Sarati. El primero después de una jugada individual y un remate que fue una obra maestra, y que por mala suerte no se transformó en otro gol memorable. La segunda una jugada construida por derecha con Celasco habilitando magistralmente a Sarati, y este apresurando el tiro, finalmente desviado.
A propósito del sector derecho. Hace rato que por ahi San Carlos construye el poco buen fútbol que suele ofrecer. Con las subidas de Mariano Fernández y el entendimiento con Gonzalo Raverta. Pero este items tiene 2 contras propias. Una es que casi siempre el juego se recuesta por la izquierda, inexplicablemente. La otra es que Aguero no confía en Gonzalo Raverta. También inexplicablemente.
Es cierto que de haber habido un ganador debió haber sido La Villa. Sobre todo porque en el segundo tiempo fue el único que buscó. Igualmente lo de San Telmo no es criticable. Buscando en Berisso sumar como sea en su desesperada lucha por mantenerse en la B. Pero otra vez se desperdiciaron muchos minutos con el "haber que pasa". Y con jugadores como Gonzalo Raverta y Nacho Oroná en el banco de suplentes.
Un indiscutible axioma del fútbol dice que primero hay que poner a los mejores y después ver donde se ubican. Pues entonces no se comprende como en esta buena pero claramente mejorable campaña, jugadores como Oroná y Sarati hayan ido tantas veces al banco. O como Gonzalo Raverta sea el chivo expiatorio favorito.
En esos argumentos se encuentran las razones del fastidio de los hinchas. Porque también en el aplauso a los jugadores se expresa que acá nadie, de repente, tiene el paladar negro. Tampoco que el reconocimiento para estos buenos 50 puntos no exista. El tema es como se consiguieron. Cuantos más se podrían tener. Y sobre todas las cosas, cuantos más se conseguirán...
8/5/12, 22:40
Que se puede decir cuando el periodista dice lo que uno piensa,parrafo por parrafo, uno siente que no esta tan loco.