CAMBA SUMÓ EN LA CANCHA, LOS HINCHAS RESTARON AFUERA

El gol de Claudio Manzano en el final del partido trajo alivio y alegría. Es que Camba había sufrido demasiado en el partido. En el primer tiempo por jugar mal, e ir perdiendo bien, ante un correcto Argentino de Merlo. En el complemento se lo llevó por delante, pero Ponce sacaba todo y el empate no llegaba. Hasta que el arquero dio un rechazo corto y Manzano metió el rebote para que exploten las gargantas rojas. Después, lo que lamentablemente es costumbre en Cambaceres. la barabarie, la estupidez de algunos. Y el daño al club que dicen querer...
Primero hablemos de fútbol. Que es lo que todos queremos. Todos menos algunos. El partido fue intenso de punta a punta. Mal jugado por ambos, pero intenso. Cambaceres jugó un primer tiempo muy malo. A la altura de lo que era hasta hace poco jugando en Ensenada. Desordenado, sin concentración, y con enormes impresiciones. Los delanteros obligados a correr detrás de jugadas incómodas. Burgos que era el enganche viendo pasar la pelota por encima de su cuerpo. Y Argentino de Merlo aprovechando el desconcierto.

En ese primer tiempo, la imagen de los delanteros de Argentino era exactamente opuesta a la de los atacantes rojos. Ladogana y Verdún se asociaban al juego propuesto por los volantes, a los que además se les sumaban los laterales. Sin hacer gran cosa, los de la Academia eran más que Camba, y lo iban a trasladar a la red a los 30 minutos...

Pelota parada desde la mitad de la cancha, al vértice del área, Verdún que la baja de cabeza, y Policella que también de cabeza lo fusila a Arias Navarro. Una jugada vieja como el fútbol. Pero demasiado efectiva para la confusión de Cambaceres defendiendo en su área. Después del gol, el desorden en Defensores se agravó, y el panorama era uno solo: Cambaceres cambiaba o iba derecho a una derrota.

Y cambió. Desde la decisión del ruso Da Ponte de poner a Casanova y dejar 3 en el fondo, en principio. Y luego jugándosela con Di Biasi y Manzano en cancha, para quedar expuesto e un contragolpe de la visita. Aquí una aclaración. Para quien esto escribe, Cambaceres siguió jugando apurado y nervioso en el complemento. Solo que el grosero retroceso de Argentino de Merlo favoreció que las acciones rondaran siempre cerca de Ponce. Y ya se sabe, que enm el fútbol, esa resistencia grosera, mucho no dura.

Duró más de la cuenta porque el mismo Ponce estuvo fantástico para sacar pelotas tremendas. Y porque la suerte no jugaba para el Rojo. Con solo decir que en ese segundo tiempo contó con por lo menos 7 situaciones de gol muy claras. Ya dejan en evidencia que el gol de Manzano llegó muy tarde.Y que si hubiese llegado antes, tal vez estas líneas estarían hablando de una nueva victoria.

Un tiempo para cada uno, es cierto. Pero el segundo, en el que Cambaceres fue dominador, contó con muchas más situaciones. Castigo evidente a la falta de compromiso de Argentino para salir a jugar el encuentro en el segundo tiempo, donde solo se dignó a defenderse. Y premio para el Rojo que tuvo guapeza para salir a empatarlo arriesgando al máximo.


Después vendría lo de siempre. Lo mismo que ya habíamos vivido a fin del año pasado, contra Luján. La barbarie de los supuestos hinchas. Cambia el calendario, el rival, las excusas, pero no el resultado. Aquella vez fue porque un vecino provocó con la casaca del rival.

Esta vez porque gente de otro barrio provocó, porque no los dejaron entrar, porque la policía...porque...Porque son imbéciles. Que no quieren al club ni a nadie. Solo quieren descargar su furia a cualquiera. Y para eso encuentran cualquier excusa.

Ahora Cambaceres tendrá que soportar una nueva suspensión de su cancha. E ir a jugar, a Florencio Varela. O a Cañuelas. O vaya a saber donde. Y a ellos no les importará...como siempre.