ACASSUSO LO DEJÓ EN EVIDENCIA

No hay caso. Contra Acassuso está sigando a quebrarse en rachas y en resultados. Como esta, donde hacía 15 partidos que no perdía en Berisso y era cantado que tenía que llegar Acassuso y cortarla. San Carlos jugó muy mal y perdió muy bien. A excepción de los primeros 20 minutos, donde justamente, por un error de Aguimcer y Coloca, llegó el primero de Cobelli. Después fue impotencia, y la evidencia que con este planteo, cuando la defensa falla, el partido está perdido.

En realidad hubo una sola y gran diferencia con los partidos anteriores. La defensa anduvo mal. Alguna vez puede pasar. Y entonces queda al descubierto que no hay plan B. Que todas las apuestas están basadas en que la defensa y el arquero no fallen. Para empatar 0 a 0, o para que en algún descuido rival se consigan los 3 puntos. Así viene jugando San Carlos. Y alguna vez le iba a pasar lo que le sucedió, cuando no, contra Acassuso.

Veinte minutos de juego agresivo, con dinámica y mucha gente puesta en ataque, seguidos de 70 de abulia, centros sin sentido y escasísima movilidad. Nada de variantes. Ni afuera ni adentro  de la cancha. Y enormes dificultades cuando el cero en el arco propio se rompe y hay que buscar hacer lo mismo en el del rival. Ni siquiera la temprana expulsión de Cigno alcanzó para estimular una reacción que no iba a llegar nunca.

Solo el esfuerzo de Emanuel Avalo Piedrabuena, el de Melillo y el del pollo Raverta. Y casi nada más. Porque esta vez los que casi nunca fallan tuvieron una mala tarde. Además el banco de suplentes estaba repleto de defensores (que al menos prometen mejor nivel que el de Duarte); y hubo que echar mano al pibe Llinias, tirándole un fierro caliente en un partido especial.

Lo más fastidioso no es que Acassuso haya cortado la gran racha de este equipo jugando en Berisso. Lo peor es que lo hizo con una de sus peores versiones de equipo. Y sobre todo con una defensa pobrísima, a la que San Carlos no pudo siquiera hacerle un gol. El triunfo de los de Boulogne solo se sostuvo en la correcta tarea de su arquero Gustavo Rhul, en el manejo de Mazzuli, y en el talento de un chico que asombró en cada intervención y fue la figura de la cancha: Brain Romero.

Lo demás lo hizo la impotencia de la villa. Sobre todo en el segundo tiempo, donde no generó ninguna jugada rescatable, y entró en el nerviosismo que fue un ida y vuelta permanente con las tribunas, hasta terminar en lamentables incidentes.
Como lo viste al equipo? Me preguntaba un plateista mientras bajábamos para irnos. La verdad? Parecido a otros partidos solo que  esta vez le convirtieron primero.

Pudo haber pasado ante Brown y no sucedió. También ante Barracas, y sin ir más lejos el domingo pasado en Lomas de Zamora. Pero tenía que llegar Acassuso para que suceda. Un gol que corte la racha, y la indisimulable idea de que no hay planes alternativos. Un equipo que estaba preparado para una sola cosa; no supo rehacerse ni reaccionar. Y una estrategia carente de ideas sustitutas, sostenida solo por los números.

Deberán reveerse muchas cosas. Aunque a esta altura y después de tantas lecciones no aprendidas, dudamos de que eso suceda.
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2 comentarios

  1. QUE LASTIMA, LAS TÁCTICAS DE UN TÉCNICO CAGON,(ADEMAS DE LA INSISTENCIA POR UN JUGADOR (DUARTE), PUDIERON MAS QUE LOS JUGADORES QUE SIEMPRE PONEN TODO LO QUE HAY QUE PONER.
    AGÜERO SOS UN BUEN TIPO PERO UN MUY MAL TÉCNICO, POR FAVOR RENUNCIA.

  2. Fue un partido raro,si bien comparto el comentario creo que se generaron en el primer tiempo 5 situaciones de gol¿no estara el problema en la concrecion de las jugadas? y si es asi,no sera la falta de alternativas en el area.

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